Desde el mismo instante de su edición en 1969 han abundado las opiniones que cuestionan la legitimidad de Tommy como la primera opera rock. Cierto es que, cronológicamente, S.F. Sorrow de la banda Británica The Pretty Things fue la primera y que existen curiosas similitudes en el tratamiento del personaje principal en ambas obras (Tommy y Sebastian); pero también es cierto que Pete Townshend ya había trazado el boceto de una opera en clave rock en la pieza ‘A Quick One While He´s Away’ y que las raíces de Tommy aparecieron durante las sesiones del album Sell Out (las piezas ‘Sunrise’, ‘Rael 1 & 2′ y ‘Glowing Girl’). Por otra parte el biógrafo oficial de la banda Richard Barnes considera que el término opera-rock no es del todo correcto pues si bien había una historia contada a través de diálogos cantados sobre una partitura musical, el hecho que no existiera originalmente una representación escénica formal no la convertía en una auténtica ópera (con respecto a este punto se puede concluir que con su primera representación producida por Lou Reizner en 1.972 es cuando Tommy adquiere su real dimensión como ópera). Sea como sea estamos ante la presencia no sólo de un clásico del Rock sino de una auténtica obra maestra de la música popular contemporánea; la historia del niño sordo, ciego y mudo que tras una serie de vicisitudes logra curarse milagrosamente y convertirse en una especie de mesías cautivó al público joven que vió en este disco la convalidación artística del Rock & Roll y fue el modelo para el desarrollo de futuras obras similares. Y si la historia resulta cautivante, no se puede decir menos respecto a la música: una música grandiosa y bella, envuelta en un halo de majestuosidad sin ser pretenciosa y de un profundo sentido espiritual fruto del acercamiento de Pete a las religiones orientales y a su gurú, el místico Hindú Meher Baba. El desempeño de los cuatro Who es sencillamente brillante: Pete deja de lado por un momento los riffs eléctricos y las distorsiones para volcarse sobre la guitarra acústica influido en su entonces reciente interés por el Flamenco, de hecho la estupenda parte de guitarra acústica del tema de apertura es de clara inspiración Flamenca. Roger Daltrey canta todas las partes que corresponden a Tommy, y lo hace con tal convicción que desde ese mismo momento el personaje se convirtiría en el alter-ego de la personalidad de Roger. John Entwhistle asume más que en ningún otro album de los Who un papel prevalentemente melódico con su bajo, pero sin dejar de lado el sólido soporte rítmico, además de contribuir acertadamente con los instrumentos de viento. El trabajo de loco Keith Moon es también digno de mención, la manera como su batería se inserta en la trama instrumental para apoyar las melodías y rellenar los espacios es sencillamente magistral y constituye uno de los mejores trabajos de batería en la historia del Rock. Una mención especial para el manager y productor de la banda Kit Lambert. Hijo del reconocido compositor y director de orquesta Constant Lambert, Kit amaba la música clásica y asesoró mucho a Townshend en la estructuración de la obra; cuenta la leyenda que cuando concluyeron las mezclas finales del album Kit estaba tan convencido del caracter de Tommy como obra única e irrepetible que quemó las cintas originales (aunque Pete rechaza esta historia y asegura que las ‘master tapes’ existen). La remasterización se hizo a partir de una copia de primera generación descubierta en 1.988, pero Pete insistió en hacer nuevas mezclas para que el CD sonara lo más fiel al vinilo original. El libreto es excelente, una reproducción del original (incluído sólo en la primera edición Británica) más un nuevo texto de Richard Barnes. La Deluxe Edition es obviamente más completa, pero siento una especial predilección por el sonido cálido de esta pequeña edición.



Categoría: 60's | Vistas: 922 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 18-Abr-2010

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