A principios de Junio de 1994 el mundo del Rock perdió a Robert Quine, nombre desconocido para la mayoría pero que algún día la historia se encargará de reivindicar. A finales de los 70 Robert fue miembro fundador de la banda Punk Neoyorkina Richard Hell & The Voidoids y tras la separación de estos inció una oscura pero musicalmente brillante carrera como guitarrista acompañante de algunas leyendas como Lou Reed; su participación en Blue Mask (1982) fue una de las razones por la que ese album sea considerado una de las obras maestras de Reed. Pero a finales de los 60 Quine era un adolescente, estudiante universitario y fan de Velvet Underground; la primera vez que los vió tocar fue en Mayo de 1969 en el auditorio de la Washington University en St. Louis y Quine grabó el recital con un simple grabador de mano que se convirtió en su compañero inseparable. Seis meses depués Robert se mudó a San Francisco donde casualmente sus ídolos pasaron todo un mes ofreciendo una larga tanda de conciertos en The Family Dog y The Matrix, dos de los lugares más legendarios de la movida de Frisco. Con entusiasmo religioso Quine se dedicó a grabar las actuaciones de Velvet una a una; el público era tan escaso que la banda no pudo dejar de advertir a ese jovencito que cada noche los grababa, así que lo invitaron a los camerinos para charlar trabando amistad con su banda favorita y en especial con el enigmático y temperamental Lou Reed. Cuenta Robert que en algunas oportunidades Lou le pedía que le colocara alguna pieza del recital para escuchar que tal había quedado. Cuando la banda regresó a Nueva York, Quine pasaba horas escuchando sus cassettes y cuando se dió cuenta que estos no le durarían para toda la vida transfirió a una reel tape de 7 pulgadas una selección de 4 horas de aquellas grabaciones para la posteridad. A comienzos del nuevo milenio un amigo lo convenció que dicho material tenía la suficiente relevancia para ser editado oficialmente y lo instó a buscar un patrocinante para ello. Sorpresivamente fue el propio Bill Levinson, productor de todas las rediciones del catálogo VU, el único que mostró interés y finalmente fue el artífice para que este material saliera a la luz. Empacado en un hermoso estuche The Quine Tapes se concibió como el primero de 3 lanzamientos basados en grabaciones bootleg "oficializadas” de Velvet Undeground. Hay que aclarar que a pesar del trabajo de remasterización el sonido mantiene la baja fidelidad de las grabaciones pirata pero como la colección está dirigida obviamente a los fans de Velvet Underground no deberían haber muchas quejas al respecto; al fin y al cabo el sonido Velvet siempre fue sucio y caótico por naturaleza. La caja se lanzó en edición limitada en 2001 y aunque satisfizo las (modestas) expectativas de los productores, la serie parece haber terminado ahí pues casi 10 años después aún estamos esperando por el segundo volumen. Este mismo año 2010 Rhino lanzó una lujosa edición en vinilo de 6 discos y un exclusivo libreto dando a entender que no habrá más secuelas de esta bootleg series. En el plano estrictamente musical los Velvet Underground de entonces (Lou Reed, Doug Yule, Sterling Morrison, Mo Tucker) eran estupendos en vivo a pesar que algunos los acusaban de haber perdido su esencia inicial y estas 23 piezas dán fé de ello por encima de la baja calidad de origen.



Categoría: 60's | Vistas: 1177 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 19-Sep-2010

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