Para entender la razón de ser de Who’s Next como quinto album en estudio de The Who es necesario remitirse a sus raíces en Lifehouse, la fallida opera-rock concebida por Pete Townshend como sucesora de Tommy. El enorme éxito artístico y comercial de esta última levantó inevitablemente las voces de quienes se preguntaban si el cuarteto de Shepherd’s Bush podría alguna vez superar su propia marca; Pete Townshend estaba convencido que sí y tras varias demo-sessions realizadas entre finales de 1970 y principios de 1971 en su estudio casero (y en el de John Entwhistle) anunció la preparación de Lifehouse (previamente titulado Bobby pero Pete lo cambió para evitar las odiosas comparaciones con su predecesor). Pero superar a Tommy implicaba ir más allá en todos los aspectos y Townshend proyectó Lifehouse como un ambicioso esfuerzo multimedia formado por una película, un doble album en estudio y un espectáculo en vivo que trataba en líneas generales una historia de ciencia ficción ambientada en una sociedad futurista muy en deuda con la novela Brave New World (Un Mundo Feliz) de mi mentor Aldous Huxley. En ese mundo frío y ascéptico la gente era manipulada subliminalmente por un sistema totalitario que difundía una falsa sensación de felicidad y libertad; la música Rock estaba prohibida y las únicas diversiones eran suministradas bajo lo que hoy en día llamaríamos realidad virtual. En ese entorno uno de los personajes clave de la obra llamado Bobby descubre el poder liberador que el Rock & Roll tenía sobre la gente y lucha por propagarlo para hacer reaccionar a la sociedad. La película debía combinar las imágenes del guión con filmaciones de The Who tocando en vivo, para ello la agrupación realizó varios recitales gratuitos de "calentamiento” en el Teatro Old Vic de Londres. Pero pasaron los meses y Lifehouse seguía atascado, el concepto era tan enrevesado que nadie salvo su autor pudo entenderlo y para colmo Townshend y Kit Lambert (manager y productor de The Who) se habían distanciado. Kit tenía el don de entender la mente y las ideas de Pete, transmitirlas a los demás en forma clara y servir de vehículo para que la banda las tradujera en música; por entonces Lambert había escrito un guión para llevar Tommy al cine e incluso logró un acuerdo con Universal Pictures para financiar la película pero Pete estaba tan absorto con la idea de Lifehouse que ni siquiera se molestó en leer el guión de Lambert y este profundamente ofendido se retiró de la producción. Para Mayo de 1971 Lifehouse había sido oficialmente descartado y tras unas abortadas sesiones en Nueva York dirigidas por Kit la banda regresa a Inglaterra; allá bajo la dirección de Glyn Johns (productor/ingeniero con Beatles, Rolling Stones, Small Faces, Led Zeppelin y un largo etcétera) el cuarteto trabajó el material escrito para Lifehouse ya sin hilo conceptual dándole así forma a Who’s Next. A pesar de ser técnicamente un album compuesto de "sobras” Who’s Next se erigió como el ícono por excelencia en la discografía Who y es considerado casi por unanimidad como su obra maestra. El hecho de prescindir de todo concepto hizo que la banda se concentrara en trabajar las canciones de forma individual por lo que cada pieza tenía vida propia al margen del disco pero sin perder el caracter unitario del album. Por aquel entonces Pete había descubierto los sintetizadores y adquirió sus propios modelos (un VCS3 y un ARP 2500); la incorporación de estos innovadores aparatos constituyó la gran novedad sónica del disco alcanzando cotas espectaculares en ‘Baba O´Riley’ y ‘Won´t Get Fooled Again’, temas basados el primero en un patrón repetitivo obtenido tras alimentar el VCS3 con datos procedentes de una computadora y el segundo en una melodía tocada en un órgano conectado al VCS3, pero al margen de estos vistosos experimentos Townshend usó magistralmente los sintetizadores para dotar el resto de las piezas con los más variados matices y texturas. Si bien el papel de Townshend como líder creativo es indiscutible no hay que olvidar que The Who son ante todo una banda y la clave de su grandeza radica precisamente en esas 4 personalidades tan diferentes coexistiendo armoniosamente. Pete es un pedazo de autor pero es en la voz de Roger Daltrey que esas canciones adquieren su justa dimensión; si hubiera un ranking de los mejores trabajos vocales en un disco de Rock sin duda Roger estaría en los primeros lugares, Who’s Next es un album grandilocuente y solemne a la vez y Daltrey se mueve genialmente entre ambos extremos sonando desgarrado en los momentos duros (‘Bargain’), sublime en los más calmados (‘Get In Tune’) o combinando ambas facetas en el mismo tema (‘Behind Blue Eyes’). John Entwhistle no sólo destaca como el estupendo bajista que es, a partir de este disco asume un papel más activo en la producción, trabajando de cerca en las mezclas y con opiniones de peso en los arreglos, además con su tema ‘My Wife’ pone la nota humorística en un album tan "serio” contando la divertida historia de un hombre que falta una noche a casa y se pone paranóico repasando en su mente las posibles represalias de su mujer. Keith Moon sigue siendo el tórrido y abraviso baterista de siempre pero aquí toca con mayor precisión, incluso desarrolla una faceta que ya había ensayado en Tommy insertando sus percusiones en la trama melódica de las canciones como si se tratara de un instrumento melódico más, por cierto que suya fue la idea del soberbio cambio de ritmo a la mitad de ‘Baba O´Riley’ con ese sorprendente solo de violín. Si musicalmente el disco rezuma madurez y dinamismo en el plano lírico es fruto de las creencias espirituales de Pete entonces gran seguidor del místico Hindú Meher Baba (a quien dedicó el tema de apertura) que entre otras cosas lo alejó de las drogas. Y es que en Who’s Next hay esperanza y fé pero también dolor y sobre todo el esceptisismo del joven de los 70 que mantiene esa fé en el futuro pero con los ojos abiertos a la realidad, como en ‘Won´t Get Fooled Again’, a mi juicio el tema más emblemático del disco que refleja la nueva actitud juvenil con una frase lapidaria ("conocí al nuevo líder/ es igual al viejo líder”) y un grito de guerra ("no nos volverán a tomar por tontos”). Siendo un disco grabado modélicamente y que siempre sonó fabuloso esta edición remasterizada ofrece como aliciente 7 excelentes bonus tracks: ‘Pure And Easy’, ‘Baby Don´t You Do It’ (con Leslie West a la guitarra) y ‘Behind Blue Eyes’ (con Al Kooper al órgano) provienen de las sesiones iniciales en Nueva York; los estupendos ‘Naked Eye’ y ‘Water’ grabados en vivo en el Old Vic (Abril de 1971) ; ‘Too Much of Anything’ (uno de los tantos descartes de Lifehouse) y ‘I Don´t Even Know Myself’ (b-side de ‘Won´t Get Fooled Again’). Sin duda uno de los mejores albumes del Rock & Roll.



Categoría: 70's | Vistas: 1010 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 18-Feb-2011

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