Tras su gloriosa etapa 1969-1976 The Allman Brothers volvieron a la carga en 1979 con cambios en la formación produciendo tres albumes bastante dignos (Enlightened Rogues, Reach for the Sky y Brothers of the Road), pero incapaces de insertarse en la nueva escena del Rock se separaron nuevamente en 1982. A finales de los 80 sus antiguos miembros estaban metidos en diversos proyectos hasta que casualmente tanto la Greg Allman Band como la Dickey Betts Band coincidieron en Epic Records. Ese acercamiento hizo que Greg y Dickey superaran sus diferencias y llamaran a Jaimoe y Butch Trucks para una gira conmemorativa por los 20 años de su formación. Los conciertos fueron tan bien que en 1990 Allman Brothers volvieron a los estudios y grabaron Seven Turns, el album que los puso nuevamente en la ruta del éxito y el reconocimiento, ganando nuevas generaciones de fans y estableciéndose hasta nuestros días como una de las grandes bandas activas, especialmente por sus fabulosos directos. Buena parte del éxito se debió a la incorporación de 2 músicos sureños que parecían hechos a su medida: el guitarrista Warren Haynes y el bajista Allen Woody. Haynes era miembro de la Dickey Betts Band donde estableció junto a Betts un soberbio tándem muy similar al que este tenía en los 70 con Duane Allman; Woody tocaba en la Artimus Pyle Band (ex baterista de Lynyrd Skynyrd) y entró en los Allman a instancias de Butch Trucks. En 1991 la banda confirmó su buen momento con el estupendo album Shades of Two Worlds y en 1992 apareció An Evening With The Allman Brothers Band [First Set] tomado de tres recitales en Macon (1991), Boston y New York (1992) y que documenta el óptimo estado de salud de Allman Brothers en su ambiente natural: sobre el escenario. Para entonces Butch Trucks convenció a sus compañeros para incorporar un nuevo miembro oficial, el percusionista Neoyorkino Marc Quiñones, una opción aparentemente supérflua en una banda con dos bateristas pero que a la larga enriqueció aún más el legendario entramado rítmico de Trucks y Jaimoe. El repertorio, sobra decirlo, es maravilloso, los temas de Shades of Two Worlds conviven en perfecta armonía con los viejos clásicos: la inicial 'End Of The Line' es una pieza llena de garra con magníficos solos de Haynes/Betts, vibrante tapete percusivo y la excelente vocalización de Greg menos potente que en el pasado pero más "soulful", 'Get On With Your Life' es un delicioso Blues original sin nada que envidiarle a 'It´s Not My Cross To Bear' o 'Stormy Monday' mientras que los 15 minutos de 'Nobody Knows' son toda una orgía de percusiones y guitarras, una 'Mountain Jam' pasada por la licuadora a alta velocidad capaz de dejarte exhausto. 'Midnight Blues' es una relaboración del clásico Blues de Blind Willie McTell 'Blues Around Midnight' tocada por Warren/Dickey a las guitarras acústicas y alternándose en las voces, Allen al bajo y el invitado Thom Deucette a la armónica en una interpretación mágica y sublime. Los viejos clásicos incluyen temas casi nunca o jamás interpretados: 'Blue Sky', 'Melissa' y 'Revival' superan las originales por amplio margen gracias al inventivo trabajo de las guitarras tanto en los solos como en los duetos (el break conjunto al final de 'Melissa' es toda una maravilla), 'Southbound' cuenta con un brillante impacto rítmico que compensa la ausencia del solo de piano en la original mientras que la inmortal 'Dreams' ... estoy seguro que Duane se habría sentido orgulloso de sus "hermanos" por la manera como bordaron uno de los mejores temas de la discografía Allman. En 1995 Epic puso en circulación An Evening With The Allman Brothers Band [2nd Set], otro directo que combinaba material del tour 1992 con temas provenientes de los recitales para la promoción de su entonces reciente trabajo en estudio Where It All Begins (1994), otro gran album que alcanzó el disco de oro y dejó para la posteridad uno de los temas Allman más populares, 'Soulshine'. Aunque distantes en el tiempo ambos sets se complementan tan bien que ciertamente pudieron haber formado un doble CD. Aquí son los temas de Where It All Begins los que dominan el panorama: 'Sailin´ ´Cross The Devil´s Sea' tiene una estructura Hard Rock inusual para los Allman pero deja muy buena impresión por la voz de Greg, el efectivo duelo de guitarras y Quiñones destacando por sobre el tapete percusivo; 'Soulshine' era (y aún es) uno de los momentos cumbre de los recitales, una brillante y estupenda balada cantada por Haynes con un estribillo para la historia; 'Back Where It All Begins' brinda la oportunidad para que toda la banda se luzca en otra de sus ya clásicas jams, al igual que en 'No One To Run With', pieza cargada de Rhythm & Blues y sólidas guitarras multicolores. 'The Same Thing' es una versión del Bluesman Willie Dixon en clave Funk donde Marc y Jaimoe intercambian sus instrumentos por una vez. Pero son las tres piezas de su repertorio más antiguo la guinda del pastel: una 'You Don´t Love' más corta que en el pasado pero que igual nos lleva mentalmente a los viejos tiempos del Fillmore East, una GENIAL interpretación acústica de 'In Memory Of Elizabeth Reed' a cargo de Warren, Dickie y Allen (este último descargando un soberbio solo de bajo), y una maratónica 'Jessica' de 16 minutos llena de deliciosas variantes que la banda jamás había ensayado antes con esta pieza. Ambos albumes fueron brillantemente producidos por Tom Dowd quien no trabajaba con la banda desde 1979 y siguió ligado a ellos hasta su muerte en 2002. Dos CD's indispensables para los fans y ampliamente recomendados a los amantes del clásico sonido Americano de los 70 con ese sabor añejo que jamás caduca.