Para culminar este repaso a los Velvets me gustaría echar un vistazo al trabajo de sus miembros más emblemáticos, y en cuanto a Lou Reed se refiere nada mejor que su absoluta e indiscutible obra maestra Berlin. Tras su salida de VU en 1970 Reed se instaló en Londres, Loaded había recibido excelentes críticas allá y la prensa Inglesa quedó aún más prendada al redescubrir los primeros albumes de VU y confirmar el talento de Lou como autor. Como consecuencia el primer album solista de Lou (Lou Reed, 1971) se grabó en Londres y aunque pasó desapercibido le ganó la admiración, entre otros, de David Bowie quien lo recomendó con RCA y le produjo junto a Mick Ronson su segundo album, el exitoso Transformer (1972) refrendado por una de las grandes canciones de todos los tiempos, la inmortal ‘Walk On The Wild Side’. Este éxito le permitió a Lou volver a NYC convertido en estrella y generó enormes expectativas por su siguiente trabajo, RCA esperaba un disco que consolidara su popularidad a nivel mundial, pero Reed fiel a su temperamento y siempre esquivo al éxito fácil hizo exactamente lo contrario: una obra conceptual con canciones llenas de amargura, desesperanza y sin ninguna pieza orientada a las radios. Ya desde los tiempos de VU Lou Reed destacó por ser un contador de historias, un cronista del lado oscuro de la sociedad moderna poblada por seres marginados y perdedores, y Berlin fue sin duda la cumbre de todo eso, una historia de amor y dolor ambientada en Berlin, ciudad que por estar política y socialmente dividida ofrecía el marco perfecto para esa dicotomía entre el bien y el mal. Algunos temas ya venían de los tiempos de Velvet Undeground lo cual demuestra como el fermento de la obra ya bullía en la mente de Lou desde hacía tiempo. Berlin cuenta la historia de Caroline y Jim, ella una prostituta con una personalidad depresiva, y él un ser violento y autodestructivo, una metáfora sobre ese universo urbano de personas anónimas que parecieran tocadas por el destino para llevar una existencia trágica. Un disco dificil de asimilar, una música triste, depresiva, y dolorosa pero es precisamente en eso donde reside su belleza; algunos la han definido una ópera rock pero Berlin es mucho más que eso, es toda una epopeya contemporánea. Reed estaba tan enfrascado en la composición de la obra que decidió buscar un productor capaz de tomar sus propias decisiones, y Bob Ezrin resultó ser la elección adecuada; de hecho Ezrin se conectó de tal manera con el concepto de Berlin que me aventuraría a decir que sin él el resultado habría sido otro. Para empezar se instaló en los Morgan studios de Londres y armó una banda fenomenal con Aynsley Dumbar y BJ Wilson (batería), Jack Bruce (bajo) y Stevie Winwood (órgano) apoyados por el bajo de Tony Levin y las soberbias guitarras de Dick Wagner & Steve Hunter (estos últimos tres provenientes de la banda de Alice Cooper), con Lou Reed concentrándose sólo en cantar y tocar la guitarra acústica. Tras grabar las pistas básicas Lou y Bob volvieron a Nueva York para los overdubs y las mezclas. Uno de los elementos más polémicos de Berlin fue el uso de complejos arreglos orquestales, pero son precisamente estos los que le confieren al disco ese encanto enfermizo y decadente; por ejemplo ‘Lady Day’ con la sección de vientos que refuerza el espíritu farsesco de la pieza, o bien ‘Sad Song’ el tema de cierre que resulta completamente inconcebible sin ese crescendo orquestal espasmódico que corta la respiración. La simbiosis entre música y narrativa es tan perfecta que las piezas pasan por los oídos y se alojan en la mente formando claras imágenes: Caroline y Jim sólos en un pequeño café junto al muro de Berlín (‘Berlin’), la amarga decepción de Caroline ante el comportamiento de Jim (‘Oh, Jim’), las autoridades que le quita sus hijos al declararla moralmente incompetente para cuidarlos (‘The Kids’), Jim describiendo la habitación donde Caroline se corta las venas (‘The Bed’)… por desgracia Berlin no resultó ser lo que todos en Norteamérica esperaban: el público lo ignoró, la prensa lo masacró y RCA se negó a financiar la representación escénica del disco que Reed y Ezrin planeban hacer, y a pesar que la recepción en Europa fue mucho mejor (en Inglaterra entró al Top 10) este fracaso fue un durísimo golpe para Lou. Por fortuna el tiempo se ha encargado de reivindicar su innegable calidad, como cuando en 2003 la revista Rolling Stone (que en su momento calificó el album de "desastroso”) lo incluyó en su lista de los 500 mejores albumes de la historia. En 2007 Reed recibió la gran satisfacción de su carrera al llevar su obra de gira por EUA y Europa respaldado por una banda de 30 músicos y un coro de 12 voces recibiendo unánimes elogios. Uno de esos recitales fue filmado y lanzado en DVD en 2008 con el título de Lou Reed’s Berlin, hace poco lo ví en una canal de TV por cable y quedé fascinado con la puesta en escena respalada por filmaciones que complementaban la música y la narración. La presente es la edición conmemorativa por el 25 aniversario de la obra, contiene el album original brillantemente remasterizado y un desplegable con texto de Michael Hill junto a las letras de las canciones y fotos ilustrativas de la historia. No tiene bonus tracks pero ni falta que hacen.



Categoría: 70's | Vistas: 1088 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 21-Sep-2010

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