The Small Faces siempre fueron una asignatura pendiente en mi colección de discos. Me fijé en ellos cuando supe que allí había militado el gran Steve Marriott (siempre fui fan de Humble Pie) pero la ausencia total de sus discos en el mercado local no me dejó escucharlos con propiedad hasta varios años después. En los primeros 90 me compré su obra maestra Ogden’s Nut Gone Flake (uno de los mejores albumes de los 60) pero jamás me animaba a ahondar en su música hasta que hace pocos años remedié la situación comprándome 2 estupendos recopilatorios. El primero de ellos fue este The Decca Anthology, doble CD que a través de 36 canciones ofrece una panorámica muy completa de esos primeros años en la carrera de Small Faces. Se iniciaron como los rivales naturales de The Who en el circuito Mod Londinense, pero tenían todos los méritos para sobrevivir al estigma: un sonido excitante, un carisma visual y escénico desbordante (sus recitales solían terminar en invasiones del escenario, peleas e intervención de la policía) y un excelente tandem compositivo en las figuras de Steve Marriott y Ronnie Lane. Individualmente Marriott fue una de las grandes voces del Rock (en Inglaterra dicen que el segundo despúes de Chris Farlowe), amén de ser un guitarrista con nervio; Lane al bajo y Kenny Jones a la batería formaban una sección rítmica explosiva y Ian McLagan tocaba el órgano con gran sobriedad inspirado en Jimmy Smith y Booker T. Lástima que al igual que otras noveles bandas de entonces su carrera se viera entorpecida por problemas financieros, una piraña vestida de manager llamado Don Arden (padre de Sharon Osbourne, por cierto) y las presiones de la conservadora Decca para obligarlos a grabar temas más comerciales, aunque la juventud e inmadurez del cuarteto también tuvo que ver pues los chicos se gastaban el poco dinero que su manager les pasaba en drogas y ropas llamativas. Volviendo a la música, la selección de piezas de la presente colección es soberbia; todos sus singles de entonces (A’s & B’s), piezas de sus LP’s y EP’s y un par rarezas puestas expresamente para atraer a los fans: un single solista de Steve Marriott grabado en 1963 y otro de Jimmy Winston (el organista original) grabado tras su salida de la banda. En el plano estilístico el abanico sonoro varía entre el agresivo R&B que solían tocar en los antros Mod, clásicos de la música negra, el Rock pseudo garagero que sería modelo para el futuro Mod revival de finales de los 70 (e incluso para algunas bandas de Hard Rock como los propios Humble Pie, además del Brit-pop de los 90) y pinceladas de psicodelia. Una gran oportunidad para conocer a una de las agrupaciones más características en la historia del Rock.
Categoría:
60's
|
Vistas:
1198
|
Agregado por:
Aldoux
|
Fecha:
19-May-2010
| |