Con Waiting For The Sun llegamos a la tercera entrega de las ediciones 40 aniversario de The Doors con nuevas mezclas hechas por Ray, Robbie, John y Bruce Botnick, ingeniero de sonido de la banda. Este album supuso una especie de frustración para Jim Morrison; él quería que fuera un doble LP con la epopéyica ‘The Celebration Of The Lizard’ ocupando toda una cara (también debía ser el título del mismo), pero la banda no logró obtener una toma de estudio que los satisfaciera y el proyecto inicial fue descartado; viéndolo fríamente ‘The Celebration Of The Lizard’ tal como fue concebida era una auténtica pieza multimedia que combinaba música, poesía y teatro, y era sólo en los recitales donde adquiría su real dimensión, como lo testimonian las versiones grabadas en vivo posteriormente editadas. Pero volvamos al disco que nos ocupa: si los 2 primeros albumes de The Doors tenían cada uno su propia estética y concepto, Waiting For The Sun resultó una obra mucho más variada aunque algo dispersa donde los temas apuntaban hacia diferentes direcciones: ‘Hello I Love You’ fue la pieza más comercial del cuarteto hasta entonces, en ella Ray toca un órgano arreglado que evoca ciertos tipos de sintetizador que no se desarrollarían sino varios años después. ‘Not To Touch The Earth’ y ‘Five To One’ son los clásicos cortes incendiarios que en vivo adquirían un climax casi orgíastico (la primera de ellas fue la única sobreviviente de la larga pieza citada anteriormente). Escuchando la antibélica ‘Unknown Soldier’ es fácil intuir que se trata de un tema pensado en su puesta en escena, como de hecho ocurrió en un video promocional (precursor de los video clips temáticos) y en varios recitales de entonces. La melancólica ‘Yes, The River Knows’ cuenta con un hermoso y muy emotivo break a cargo del piano y la guitarra, mientras que el mantra ancestral de ‘My Wild Love’ evoca la obsesión de Jim por la cultura de la tribus indígenas Norteamericanas. Pero el tema más sorprendente de toda la colección es ‘Spanish Caravan’ de Krieger , una barroca pieza de profundas raíces Hispanas y Medievales (a diferencia de muchos de sus contemporáneos Robbie no se inició en el Blues sino en el Flamenco). En el apartado de bonus tracks no podemos dejar de advertir la única versión en estudio sobreviviente de la ya citada ‘The Celebration Of The Lizard’, interesante pero que suena inacabada, aunque como ya comentaba, en el futuro se dedicarían a perfeccionarla en escena. Notable también la relaboración del Adagio en G Menor de Tomasso Albinoni, pieza cargada de una trágica solemnidad que reflejaba perfectamente la personalidad atormentada de Jim, de hecho esta era una de sus piezas musicales favoritas. Nuevamente se trata de una excelente edición, con sonido y presentación gráfica de primera.



Categoría: 60's | Vistas: 1321 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 08-Ago-2010

Nueva entrega de las 40th Anniversary Mixes de The Doors, tocándole el turno a su segundo album Strange Days. Después del enorme y sorpresivo éxito de su debut grabado en sólo 6 días, el cuarteto de Los Angeles se mete en los estudios con una colección de canciones que ya existían (algunas datan incluso de las primeras demos en 1965), pero gracias a su nuevo estatus de estrellas The Doors contó con mayor presupuesto y más tiempo para grabarlas; el resultado fue un disco conceptualmente similar pero mejor producido y más pulido musicalmente. Un sector de la prensa y los fans vieron este detalle como un paso en falso y el disco recibió críticas dispares; el argumento fue que Strange Days perdía mucha de la espontaneidad y la crudeza que caracterizaban a su predecesor, pero ¿desde cuándo el evolucionar es una falla?. Ese siempre fue el gran defecto de la contracultura: atacar todo lo que dejaba de ser un producto de minorías para convertirse en popular, pero en fin… volviendo al tema, no quisiera extenderme en el análisis pues el foco de atención no es el contenido del disco sino las mezclas que tanta polémica han despertado. Pero no puedo dejar de agregar que se trata de la obra más vanguardista de The Doors tanto en música y letra como en estética, y que los puso a la cabeza de la nueva concepción del rock como vehículo para trascender artísticamente y explorar nuevos territorios. La música presenta un meticuloso trabajo lleno de soluciones sónicas muy novedosas, con el teclado de Ray Manzarek copando los espacios, la guitarra de Robbie Krieger menos directa y más envolvente y John Densmore metido de lleno en los poliritmos que caracterizó a piezas como ‘The End’; estos detalles se integran a la visionaria poesía de Jim Morrison dándole a Strange Days esa aura psicodélica y lisérgica única en la discografía de la banda. Las canciones evocan imágenes amenazantes (‘Strange Days’), cluastrofóbicas (‘You´re Lost Little Girl’, ‘Unhappy Girl’, ‘I Can´t See Your Face In My Mind’) o hedonistas (‘Love Me Two Times’). El inquietante recitado de ‘Horse Latitudes’ (algo inédito en el Rock de entonces), la idílica ‘Moonlight Drive’, la autobiográfica ‘People Are Strange’ y la reivindicativa ‘When The Music´s Over’ (una ‘The End’ pero menos fúnebre y más viva) constituyen los puntos altos de esta fabulosa obra. Aunque no aparece en los créditos el bajista Douglas Lubann de la banda Californiana Clear Light toca en algunos temas. Como detalle curioso no se puede dejar de advertir como las 3 piezas aportadas por Robbie Krieger (‘You´re Lost Little Girl’, ‘Love Me Two Times’ y ‘I Can´t See Your Face In My Mind’) suenan tan "Morrinsonianas” como las del propio Jim (parafraseando un comentario que leí en el libreto de primer boxset de la banda), lo que confirma como The Doors fueron ante todo una unidad colectiva.



Categoría: 60's | Vistas: 1721 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 06-Ago-2010

La explotación del legado de The Doors por parte de los 3 miembros supervivientes parece un pozo sin fondo. Desde la inducción de la banda en ese adhefesio conocido como Rock & Roll Hall Of Fame, los lanzamientos discográficos han sido incontables: CD’s en vivo (casi que uno por cada ciudad que visitaron), cajas ("The Doors Boxset”, "The Studio Recordings”, "Love/Death/Travel”, "Perception”), los remasters a 24 bits, recopilatorios, DVD’s … y justo cuando parecía que el baúl se estaba vaciando aparecieron en 2007 mezclas alternas de los 6 albumes de estudio, editadas individualmente para conmemorar los 40 años del debut de la banda. Para ello Ray, Robbie, John y su fiel ingeniero de sonido Bruce Botnick se metieron al estudio con las multitracks originales a fin de buscar partes instrumentales y vocales desechadas en su momento para reinsertarlas en los 6 discos, y hacer además algunos "pitch adjustments” de los temas a fin de acoplar la velocidad de reproducción con las ediciones originales en vinilo. Hay que estar claros en que los 3 Doors no han puesto los discos de cabeza como algunos creen ya que suenan similares a las versiones que conocemos, pero llama la atención a la primera escucha una mejor definición del espectro sonoro y mayor nitidez en los instrumentos. Las nuevas partes han generado todo tipo de opiniones, críticas y polémicas: para unos son un toque de frescura, para otros son una profanación; para unos permiten escuchar los viejos discos desde otra perspectiva, para otros las novedades simplemente son inaudibles. No voy a entrar en el detalle de las diferencias entre ambas mezclas (la original vs. la nueva) pues la idea es que cada quien juzgue por sí mismo; en lo particular yo he disfrutado mucho con estas nuevas mezclas pues me han permitido cambiar mi opinión sobre algunos temas que ahora me gustan más que antes, aunque, repito, cada quien tendrá su propia impresión al respecto. Hablando un poco del disco estamos en presencia de uno de los más brillantes debuts en la historia del Rock; al igual que Dylan, Jim Morrison era un poeta metido a cantante con la intención plasmar musical, visual y conceptualmente las 4 disciplinas artísticas que lo obsesionaban: la literatura, la poesía, el cine y el teatro, todo eso expresado a través de la fantástica música de The Doors, una mixtura de Rock y Blues con trazos Jazzísticos, influencias clásicas, vanguardistas y elementos de la música ligera, música evocadora y descriptiva que alcanzaba climaxes casi "visuales” expresados en piezas como la oscura ‘Break On Through (To The Other Side)’, la trágica belleza de ‘The Crystal Ship’, la atmósfera de cabaret en ‘Alabama Song (Whisky Bar)’, la abrasiva sensualidad de ‘Light My Fire’, la lisérgica ‘End Of The Night’ y sobre todo en el drama Edípico de ‘The End’. La presentación está muy bien hecha, el libreto es excelente (contiene 2 ensayos, fotos inéditas y las letras de las canciones) , pero los bonus tracks son los mismos de los remasters y de la caja "Perception”. Sea como sea, no está de más darle una nueva revisión a una de las discografías más brillantes y esenciales de los 60.



Categoría: 60's | Vistas: 1447 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 04-Ago-2010

El festival de la Isla de Wight es quizá el evento musical al aire libre más importante en la historia del Rock. El también célebre festival de Woodstock que se llevó a cabo en 1969 en las afueras de New York ostenta mayor estatus como leyenda, en parte por que fue un evento único e irreptible pero también por la enorme publicidad que significó la película documental con su correspondiente banda sonora. La importancia de Wight radica en haberse celebrado por 3 años consecutivos (1968, 1969 y 1970), y si bien su contraparte Norteamericana pasó a la historia como símbolo de la contracultura, el festival Británico tuvo una mayor relevancia a nivel musical. La edición de 1970 fue la más grande en todos los sentidos, rompiendo el record de asistencia de los festivales anteriores (entre 600.000 y 800.000 personas) y siendo la virtrina para una serie de aristas que a la postre trazaron algunos de los caminos a seguir en los 70. Sin querer ahondar en los aspectos sociales y culturales de estos eventos pues para ello existen libros enteros, Wight significó el fin de una era: a partir de entonces los festivales musicales fueron poco a poco absorbidos por la industria discográfica sentando las bases para los mega-recitales de décadas posteriores y cambiando la visión que los propios jóvenes tenían de la contracultura, que despertaron bruscamente del sueño de una "sociedad alternativa” para refugiarse en la fantasía escapista del Rock Progresivo, la visceralidad del Hard Rock y la crudeza de las nuevas tendencias urbanas. El festival de Wight fue filmado bajo la dirección de Murray Lerner y grabado por la unidad móbil de Pye Records; mientras las filmaciones permanecieron inéditas, de la banda sonora se llegó a editar un extracto incluido en el triple LP "The First Great Rock Festivals of the Seventies: Isle of Wight & Atlanta Pop Festival" (en 1971) y un LP póstumo con parte de la actuación de Jimi Hendrix (en 1972). En 1995 Wight salió definitivamente del underground con el lanzamiento de la película documental y un doble CD ambos con el título Message To Love: The Isle Of Wight Festival 1970. A pesar de los años transcurridos la leyenda de Wight se mantuvo viva en la memoria colectiva del público y tanto la película como la banda sonora tuvieron un gran éxito, lo que motivó la aparición de un libro escrito por Brian Hinton (que cubre la historia de las 3 ediciones) y de las actuaciones individuales de algunos de los participantes (en audio y/o video). El festival de Wight volvió a la vida en 2002 y sigue vigente desde entonces con la presencia de los nuevos ídolos del Pop mundial y alguna que otra leyenda del Rock pero obviamente ya no es lo mismo. Este doble CD recoge algunas de las actuaciones más relevantes de aquellos históricos 5 días entre el 26 y el 30 de Agosto de 1970. Como reflejo del espíritu de la época abundaron los exponentes del nuevo Folk como el cantautor Canadiense Leonard Cohen, una emotiva Joni Mitchell, un sorpresivo Kris Kristofferson, John Sebastian y Joan Baez "representando” a Woodstock y un Donovan rescatando sus raíces puristas. Por el lado del Rock el disco testimonia la madurez musical de algunos íconos ya establecidos como Jimi Hendrix (su penúltima actuación antes de morir), The Doors (la última actuación en Europa con Jim Morrison) y The Who, así como el nacimiento y crecimiento de futuras leyendas como los grandiosos Free, Ten Years After (guiados por la diabólica guitarra de Alvin Lee), Emerson Lake & Plamer (ELP) y The Moody Blues señalando 2 caminos diferentes en la evolución del progresivismo, el trío Irlandés Taste de donde saldría Rory Gallagher (uno de los grandes guitarristas de la historia) o los infravalorados Family (una de las bandas más duras y a la vez más polifacéticas de la escena Inglesa). Mención aparte merece la actuación del gran Miles Davis en un soberbio recital que marcó un antes y un después en la historia del Jazz, mostrando los espacios abiertos por él mismo con la edición del rompedor Bitches Brew. Una aclaratoria final: los temas ‘Amazing Grace’ de The Great Awakening y ‘Desolation Row’ de Bob Dylan son versiones en estudio; la primera sonaba por los altavoces todas las mañanas para sacar a la gente de sus sacos de dormir, y la segunda aparece en el cierre de la película junto a los créditos (Dylan actuó en Wight pero en la edición de 1969).



Categoría: 60's | Vistas: 1342 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 05-Jul-2010

Durante buena parte de 1968 unos desanimados Love se dedicaron a recorrer EUA promocionando su album Forever Changes, pero las bajas ventas del disco, la frustración de tener que hacer una gira casi por obligación y el enganche de varios miembros con la heroína fueron el detonante para que la banda se fuera desintegrando poco a poco. Arthur Lee también puso su granito de arena para que las cosas fueran mal por su disgusto a tener que pasar tanto tiempo fuera de Los Angeles (Arthur tenía una auténtica fijación con su ciudad adoptiva) y varios conciertos tuvieron que suspenderse por algún desplante de Lee (En New York la banda, harta de él, lo dejó solo en el escenario y Arthur se encargó de "entretener” al público tocando la armónica durante 45 minutos!). Para finales del verano Love ya no existían y Arthur entró en tratos con una nueva disquera, Blue Thumb. Pero como la banda aún le debía un disco a Elektra para poner fin a su contrato, Arthur armó una nueva formación con el bajista Frank Fayad (quien tocó con Lee en sus inicios), el baterista George Suranovich (amigo de Frank) y el guitarrista Jay Donnellan (miembro de la banda del ex Love "Snoopy” quien se lo recomendó a Arthur). Fue con estos músicos que, en un estudio improvisado en la parte trasera de una tienda, se gestó Four Sail. Aún dolido por el fracaso de Forever Changes, Lee dejó atrás las guitarras acústicas y los arreglos orquestales para dar paso a un sonido 100% eléctrico con la furiosa guitarra de Donnellan y la exhuberante sección rítmica de Fayad/Suranovich (en 3 temas toca otro baterista, el Inglés Drachen Theaker, ex miembro del Arthur Brown’s Crazy World). Pero a pesar que este disco suele dividir las opiniones entre los fans de Love, pienso que se trata de un buen trabajo, con canciones realmente buenas aunque muy diferentes, como la dura y psicodélica ‘August’ que abre el disco y alcanza su clímax en un soberbio break instrumental. ‘Your Friend And Mine’ (dedicada al Road Manager de Love, muerto por sobredosis de heroína) tiene aires Beatlescos. ‘I´m With You’ y ‘Always See Your Face’ (que cierra el disco) son las más cercanas a los viejos Love, siendo la primera reminiscente de temas como ‘Softly To Me’ y la segunda poseedora de una elegante melodía que no habría desentonado en la primera cara de Da Capo. ‘Good Times’ destaca por sus constantes cambios de ritmo, aires Jazzísticos y buen trabajo instrumental. ‘Singing Cowboy’ y ‘Robert Montgomery’ son puro Hard Rock, y aunque chocan frontalmente con los Love que todos conocemos, constituyen 2 buenos momentos. ‘Dreams’ y ‘Nothing’ son a mi juicio las joyas del disco, dos magníficos midtempos con partes de gran intensidad y una excelente vocalización de Lee. ‘Talking In My Sleep’ tiene una andadura casi Pop pero lentamente sufre una metamorfosis explosiva gracias a la infecciosa guitarra de Donnellan. Resumiendo, y a título muy personal, un disco que tiene tanto de bueno como de diferente y que debería entrar en la memoria colectiva como la última gran obra de Love. edición Inglesa remasterizada en 2002 con 3 bonus tracks.



Categoría: 60's | Vistas: 684 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 02-Jul-2010

Forever Changes es sin lugar a dudas la cima creativa de Love y una de las obras más representativas de los años 60, no obstante el proceso de aceptación de este disco fue muy lento y tuvieron que pasar años para que se le reconocieran plenamente sus méritos. Inicialmente el disco fue un fracaso comercial en USA donde esa colección de canciones casi acústicas y elegantemente orquestadas no se vislumbraron como la continuación lógica del "sonido Love” del album anterior; en Europa el éxito fue mayor, especialmente dentro de la comunidad musical, pero moderado. Y es que Forever Changes fue un disco "maldito” desde su propia gestación, pues el difícil e imprevisible caracter de Arthur Lee hizo que Love se desbandara poco antes de empezar a grabar. A fin de sacar el album adelante, Jac Holzman (dueño de Elektra Records y productor ejecutivo del disco) contrató músicos de sesión para que acompañaran a Lee y a Bryan McLean en la grabación, pero después de sólo 2 temas (‘Andmoreagain’ y ‘The Daily Planet’) el resto de la banda (Ken Forssi, John Echols y Michael Stuart) decidió sacar fuerzas de la desunión y retomar su puesto en el estudio (Snoopy y Tjay Cantrelli habían dejado ya la banda hacía tiempo). Si bien las canciones mantienen el mismo esquema compositivo que en Da Capo y con el mismo rango de influencias (blues, jazz, psicodelia, toques Flamencos y Latinos), son los arreglos lo que las hacen sonar tan diferentes: arreglos simples, sutiles, oníricos, con la orquesta usada como un instrumento más ocupando los espacios de la guitarra eléctrica, la armónica y los teclados. No en balde tras una primera escucha el sentimiento dominante es la indiferencia, salvo por la atrapante y sensual magia de la estupenda ‘Alone Again Or’ de Bryan McLean. Es un disco que requiere de repetidas escuchas y de cierta paciencia, pero una vez que has sido tocado por sus melodías resplandece en tu interior con la fuerza de mil soles, como en la delicada ‘Old Man’ (el otro aporte de Bryan), y las coloristas ‘Maybe The People’(…), ‘The Good Humor Man’(…), ‘Bummer In The Summer’ y la espléndida ‘You Set The Scene’; el balance lo ponen la oscura ‘The Red Telephone’ y las "duras” ‘A House Is Not A Motel’ y ‘Live And Let Live’, estas últimas son los únicos momentos de brillo para el guitarrista John Echols cuyo talento siempre fue mal aprovechado en Love. Paradójicamente Forever Changes sería la despedida de la formación clásica de Love debido a la imponente personalidad de Arthur Lee, sus diferencias musicales con el resto y su negativa a salir de gira. Pero mientras otros discos de esa época suenan marchitos y anticuados, Forever Changes suena más fresco que nunca y se ha ganado con los años su lugar en la historia y el reconocimiento que merece. Esta es la edición 40 aniversario lanzada por Rhino en 2008 y consta de 2 CD’s: el primero con un nuevo remaster del album original, y el segundo con una mezcla alterna del mismo album (desechada en su momento) junto con demos, outtakes y singles, además de un excelente libreto con texto de Andrew Sandoval (productor y periodista experto en la música de la escena de Los Angeles). Sin duda una edición de altísima calidad pero que está lejos de ser considerado como la edición definitiva del clásico album de Love pues para ello debieron haber hecho un triple CD que incluyera la muy buscada mezcla en mono … pero no perdamos las esperanzas, quizá para la edición 50 aniversario…



Categoría: 60's | Vistas: 881 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 29-Jun-2010

Da Capo fue el segundo album de Love y en él presentan una formación ampliada a 7 miembros, con la incorporación del baterista Michael Stuart (pasando "Snoopy” a los teclados) y el saxofonista/flautista Tjay Cantrelli. Es también un album con 2 partes que muestra 2 facetas bien diferentes a solo un año de su prometedor disco debut. El equivalente a la cara A muestra una notable evolución sobre el disco anterior: canciones maduras, muy bien construídas en música y letra, amplia gama de recursos instrumentales, mayor abanico de influencias en cuanto a estilos y, sobre todo, la maduración de un "sonido Love” que los hacía ya inconfundibles. Arthur Lee demuestra a sus anchas su talento como autor, con letras llenas de mensajes crípticos y un soberbio manejo de la melodía. ‘Stephanie Knows Who’ es en su breve espacio toda una joya con su entrada de clavicordio, su ritmo a mitad entre el vals y el jazz y el break central con el saxo de Cantrelli. ‘Orange Skies’ es el único aporte individual de Bryan McLean como compositor y una de sus más hermosas canciones. ‘¡Qué Vida!’ es premonitoria de los elementos Latinos desarrollados en el siguiente album. La psicodélica ’7 & 7 Is’ es una de las cumbres del disco, un torbellino instrumental lleno de guitarras fuzz y un sorpresivo cambio de ritmo al final. la onírica ‘The Castle’ (con su break de guitarra de sabor Flamenco) y la tierna ‘She Comes In Colors’ cierran la primera parte dejando altas expectativas para el resto del disco. La segunda parte está ocupada por ‘Revelation’, una larga jam de 19 minutos que, si no me equivoco, fue el primer tema en ocupar una sola cara en un disco Pop. La pieza es derivativa de la larga ‘Goin´ Home’ de Los Rolling Stones (de su album Aftermath) pero mucho más variada; tiene sus buenos momentos, toda la banda trabaja muy bien y aunque me encantan este tipo de temas largos, pienso que en el contexto de Love es una pérdida de espacio. Si Arthur Lee hubiera accedido a incluir el material que Bryan McLean había compuesto para Da Capo (posteriormente editado en su disco solista Ifyoubelievein’) posiblemente estaríamos comentando una obra tan buena como la sucesiva Forever Changes… pero la inclusión de esta larga pieza confirma el control que Lee comenzaba a ejercer dentro de la banda en detrimento de los demás. No obstante Da Capo es un disco que ha ganado muchos puntos con el paso de los años y una pieza indispensable para los fans de Love. La presente re-edición Europea incluye el album en mono y stereo, 1 bonus track y un excelente libreto con texto del "Loveólogo” Andrew Sandoval.



Categoría: 60's | Vistas: 889 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 26-Jun-2010

Primer album de una de las grandes leyendas de la música Californiana, me refiero a Love en su formación original liderada por el gran Arthur Lee (guitarra, cantante, compositor principal), el más grande rocker de color después de Jimi Hendrix. Este primer trabajo nos muestra a una banda prometedora y llena de talento pero con un estilo aún por madurar. Lo primero que se nota al escucharlos es la gran influencia de The Byrds quienes por aquel entonces (1966) eran el punto de referencia obligado para todas las noveles bandas de la Costa Oeste. El mismo Bryan McLean (guitarra y segundo compositor de Love) había sido roadie de The Byrds. Este factor junto a la influencia de las bandas Británicas (en especial Rolling Stones y Kinks) hizo que estos primeros Love sonaran como una versión "Punky” de The Byrds. Las composiciones también estaban en fase de maduración, pero varios temas muestran ya el enorme talento de Lee como autor, especialmente ‘A Message To Pretty’ y ‘Signed D.C.’ (dedicada al primer baterista de Love, Don Conka, y que narra en primera persona su descenso al infierno de las drogas). El instrumental ‘Emotions’ es el homenaje de Lee al sonido surf que también tuvo gran influencia en él. En la delicada ‘Softly To Me’ Bryan McLean emerge como el segundo talento compositivo de Love que, lamanteblemente, no podrá desarrollar a plenitud dada la prolificidad de Lee. A nivel interpretativo la banda es muy buena, con los coloridos juegos de guitarra del solista John Echols y de Bryan McLean (Arthur casi no tocó en este disco, concentrándose en cantar y algunos fraseos con la armónica), las excelentes líneas de bajo de Ken Forssi (‘My Flash On You’ y la versión de ‘Hey Joe’ son los mejores ejemplos) y el gran sentido rítmico del baterista nacido en Suiza Alban "Snoopy” Pfisterer. Mención especial también merecen la versión de ‘My Little Red Book’ de Burt Bacharach (que fue un pequeño hit single) y la mágica composición colectiva ‘Mushroom Clouds’. La presente es la re-edición Inglesa del 2001 con las mezclas en mono y stereo (los discos de Rock de esos años sonaban muy bien en mono, más compactos si cabe) y 2 bonus tracks. Como nota curiosa ¿ alguien más ha notado el enorme parecido entre ‘Signed D.C.’ y la futura ‘Nights In White Satin’ de The Moody Blues?… parece que Justin Hayward (autor del citado tema de los Moodies) tenía la canción de Love rondando sobre su cabeza cuando hicieron el disco "Days Of The Future Passed"…



Categoría: 60's | Vistas: 713 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 24-Jun-2010

Primer y único disco de The Open Mind, banda proveniente del Sur de Londres e integrada por Mike Brancaccio (Italiano residente en Inglaterra) a la guitarra y piano, Terry Martin a la guitarra y canto, Tim Du Feu al bajo y Phil Fox a la batería. Se iniciaron bajo el nombre de The Drag Set en pleno auge del movimiento Mod; su enérgica puesta en escena llama la atención de un cazatalentos del sello Phillips con quienes graban a finales de 1966 el single ‘Day And Night’/'Get Out Of My Way’ de escasa repercusión (al parecer los mods se gastaban el dinero en ropas y no les quedaba mucho para comprar discos). Para 1967 el rock estaba cambiando, la psicodelia hizo que muchas bandas se plantearan el reto de renovarse y The Drag Set no fueron la excepción, cambiando su nombre a The Open Mind. La banda se amplió con la entrada del cantante Jon Anderson (sí, leyeron bien, el mismo que tienen en mente) pero tras pocas semanas los dejó para posteriormente formar Yes con Chris Squire. The Open Mind comenzaron a hacerse una reputación alrededor de los clubs de la psicodelia Londinense como el UFO y a finales de 1968 inician la preparación de su primer LP. Editado al año siguiente, este homónimo disco es reflejo de la transición del primitivo sonido Freakbeat de la banda hacia los nuevos territorios de la psicodelia más dura. En algunos temas suenan abiertamente Mod con ecos de Creation, The Who o Small Faces, especialmente por el enfoque vocal (‘Dear Louise’, ‘Try Another Day’, ‘Girl I’m So Alone’, ‘Falling Again’). En otras ocasiones los temas arrancan de manera convencional para luego despegar de la melodía original y alzar vuelo en puentes instrumentales llenos de tensión rítmica y guitarras cargadas de Fuzz (‘I Feel The Same Way Too’, ‘My Mind Cries’, ‘Soul And My Will’). Pero es en los restantes temas (sobre todo en las estupendas ‘Can´t You See?’, ‘Before My Time’ y ‘Free As The Breeze’) donde la banda descarga toda su nueva personalidad: guitarras incisivas, atmósferas neo progresivas, elementos orientales… me atrevería a asegurar que The Open Mind fueron la antesala al sonido ácido-esotérico de bandas como Hawkwind. No obstante el disco vendió muy poco y recibió frías críticas, y a pesar que el soberbio tema ‘Magic Potion’ (su siguiente single) fue bien recibido y pasaría inmediatamente a ser considerado un clásico de su tiempo, The Open Mind fueron diluyéndose hasta separarse en 1972. Décadas después el revival del rock de los 60 hizo que ‘Magic Potion’ apareciera en varias antologías especializadas (Rubbles, Pebbles, Nuggetts). De repente surgió un nuevo interés por bandas como The Open Mind y el disco fue reditado varias veces en los 90 (por Phantom Records en Australia, Acme en Inglaterra y Second Battle en Alemania) hasta que en 2006 el sello Sunbeam lanzó la edición definitiva (tanto en CD como en vinilo) que incluye el album original, el single ‘Magic Potion’/'Cast A Spell’ y el single de The Drag Set. Una obra 100% recomendable para los amantes del clásico Rock Británico y de la psicodelia en general.



Categoría: 60's | Vistas: 871 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 09-Jun-2010

Como ya comenté en el post sobre Tommy siempre han existido dudas sobre la condición de esta y de S.F. Sorrow de The Pretty Things como la primera opera rock. Argumentaba entonces que si bien es cierto que S.F. Sorrow fue grabada y lanzada antes que Tommy, también lo es el que Pete Townshend había comenzado a trabajar en este concepto primero, concretamente en la pieza ‘A Quick One While He´s Away’. No obstante el paralelismo entre ambos personajes (Tommy y Sebastian Sorrow) hace pensar que Pete sí se inspiró para el argumento en la obra de Pretty Things: ambas se basan en un personaje central, ambas inician con el nacimiento del protagonista, el desarrollo de ambas historias tiene ribetes épico/dramáticos y ambas concluyen con la muerte simbólica del personaje quien queda solo y aislado de los demás (nota: en S.F. Sorrow, Sebastian termina creando un muro mental que lo aisla del resto del mundo para vivir en completa soledad, ¿algún parecido con The Wall?). La mayor diferencia entre ambas radica en que mientras en Tommy la trama descansa completamente sobre los textos de las canciones, S.F. Sorrow está basada en una historia escrita por el cantante Phil May de la cual sólo partes corresponden a los textos de las canciones, de hecho, al final de cada canción hay un párrafo que la enlaza temáticamente con la siguiente, dándole así al argumento fluidez natural. Sea como sea S.F. Sorrow es consecuencia de la espiral evolutiva de unos Pretty Things que partiendo del pelotón de agrupaciones Rhythm & Blues Británicas mutaron hacia el sonido Frekbeat de Get The Picture? y el Pop orquestal de Emotions hasta consolidarse con una de las obras más reveladoras e influyentes del Rock. Sónicamente S.F. Sorrow está inmerso de lleno en la Psicodelia Británica con la ácida guitarra de Dick Taylor, las armonías vocales del quinteto, elementos folkies y una gama de nuevos instrumentos (flautas, sitar, melotrón) y efectos sonoros obtenidos de osciladores y generadores tonales (antecesores rudimentarios de los primeros sintetizadores). Sin embargo la gestación de S.F. Sorrow no fue fácil y estuvo plagada de incidentes tan dramáticos como la obra misma. En 1967 Fontana les rescindió el contrato debido a las bajas ventas, la banda sufrió cambios en la formación con Skip Alan quedándose como baterista fijo, y sustituyendo a John Stax y Brian Pendleton con 2 multinstrumentistas: Alan ‘Wally’ Wallen (prevalentemente al bajo) y John Povey (órgano, percusión & sitar). Fueron fichados por Columbia (subsidiaria de EMI en Inglaterra) quien les promete completa libertad artística; ellos esperaban un trato similar al de Pink Floyd que en esas mismas fechas grababan su primer album con un buen presupuesto pero EMI sólo les dá 3,000 Libras para hacer todo el proyecto; para ahorrar costos Phil May diseñó y dibujó la portada (bien fea por cierto) y Dick Taylor tomó las fotos. La banda se mete a los estudios en Noviembre de 1967 con el ex ingeniero de sonido de Los Beatles Norman Smith como productor grabando las demos iniciales y completando 4 piezas que al final se excluyeron del album y se lanzaron como singles. Cuando todo estaba a punto para grabar Skip Alan reaparece tras unas vacaciones en Biarritz con una chica Francesa y anuncia que se vá para casarse y llevar una vida normal. Temiendo la cancelación del album los otros buscan desesperadamente un baterista lo suficientemente hábil para aprenderse las canciones en tiempo record y que esté disponible; contactan a Twink (John C. Alder, ex baterista de Tomorrow, la banda del futuro miembro de Yes Steve Howe) pero el dinero que les queda no les alcanza para pagarle, entonces Twink ni corto ni perezoso les pide en pago figurar como autor en la mitad de las piezas a lo que la banda accede, aunque en realidad las músicas fueron compuestas principalmente por Taylor y Waller sobre la historia de May. S.F. Sorrow se editó en Diciembre de 1968, y aunque recibió críticas unánimemente positivas pasó casi desapercibido por la poca promoción; un mes antes había entrado en circulación el célebre doble album blanco de Los Beatles y obviamente EMI se concentró en la promoción de este en detrimento de otros lanzamientos, dejando a S.F. Sorrow completamente huérfano. No obstante S.F. Sorrow fue una grabación tremendamente premonitoria no sólo como opera rock pues tuvo gran impacto en futuras obras conceptuales, y aunque su producción pueda sonar hoy en día anticuada su sonido experimental influyó también en muchas bandas progresivas, especialmente en Europa continental. Con los años se despertó un renovado interés por esta obra lo que motivó a que fuese regrabada y filmada en los estudios de Abbey Road en 1998 con la misma formación inicial (May, Taylor, Waller, Povey y Dov Alan, hijo de Skip) más la participación especial de David Gilmour y de Arthur Brown haciendo la narración, para su lanzamiento en CD bajo el título de Resurrection. En dos ocasiones posteriores el album fue totalmente ejecutado en vivo (2001 con el mismo personal de Resurrection y 2009 con una nueva formación liderada por May y Taylor). Sólo faltaría llevarla al teatro para su consagración defintiva; la Boston Rock Opera Company lo hizo exitosamente hace pocos años demostrando la viabilidad de la historia sobre las tablas, sin embargo no contó con la aprobación de los autores y no tuvo continuidad. La aquí presente es la edición remasterizada en 2003 por el sello Snapper, presentada en digipack con un excelente libreto e incluye los singles lanzados al margen del album original.



Categoría: 60's | Vistas: 850 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 04-Jun-2010

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