Afterglow pertenecen al nutrido pelotón de bandas surgidas en la floreciente escena psicodélica Norteamericana de mediados de los 60. Procedentes de Oregon donde se forman en 1965, se estabilizan al año siguiente con el bajista Ron George, el organista Roger Swanson, el baterista Larry Alexander, el cantante Gene Resler y su líder el guitarrista Tony Tucumseh. En Octubre de 1966 su manager Bill Glenn los lleva a San Francisco a grabar unas demos en los estudios Golden Gate Recorders propiedad de un tal Leo Kulka, y es este mismo quien impresionado con ellos les ofrece un contrato para grabar un LP. Los 5 miembros de Afterglow eran muy jóvenes y la dificultad para compaginar sus estudios de secundaria con la banda hizo que las sesiones se alargaran hasta Noviembre de 1967. El disco se editó a comienzos de 1968 y rápidamente cayó en el olvido ahogado entre los copiosos lanzamientos discográficos de la época. Pero con el paso de los años el album adquirió status de culto convirtiéndose en una preciada pieza para coleccionistas hasta que el sello Sundazed accedió a las cintas maestras y lanzó en 1995 esta edición remasterizada junto a 4 bonus tracks. El estilo de Afterglow es derivativo de la música de entonces (Psych, Pop, Folk-Rock), con ecos de The Byrds, Electric Prunes, The Doors o The Zombies (a veces parecen unos Blues Magoos místicos); suenan inexpertos, no obstante el disco tiene ese "algo” único que te engancha y te hace ponerlo una y otra vez. Quizá sea el hecho que bandas como Afterglow son fieles representantes de una era perdida en el túnel del tiempo donde los jóvenes músicos tenían entusiasmo, espíritu y una fé ciega en su presente sin pensar mucho en el futuro; bandas unidas por el puro placer de tocar, grabar una demo, un single y sentirse los más afortunados del mundo si lograban hacer un LP, sin pensar si con ello ganaban dinero o no. Nada que ver con estos soberbios y prepotentes mocosos de ahora seleccionados por castings, que por grabar un CD y un video clip se creen Dioses con derecho a tratar a los fans como una mierda y más preocupados por salir en la portada de una revista que en mejorar como músicos. Yo me quedo un millón de veces con estos Afterglow, con su inocencia casi Pop, sus ácidas vibraciones, el sonido rancio del órgano Farfisa típico de la época, y con buenas canciones como ‘Morning’, ‘Dream Away’, ‘Chasing Rainbows’, ‘Riding Home Again’ y ‘Meadowland Of Love’, canciones que demuestran cómo con un poco más de trabajo y suerte estos chicos quizá hubiesen llegado a ser algo grande.



Categoría: 60's | Vistas: 661 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 20-Dic-2010

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