A pesar de ser una de las bandas gurú del sonido psych/garage Norteamericano, a The Electric Prunes se les recuerda casi exclusivamente por su clásico inmortal ‘I Had Too Much To Dream (Last Night)’ considerado uno de los pináculos de la psicodelia en 1967 con ese venenoso feedback que debe haberle volado la cabeza a más de uno, pero pareciera que sus méritos empezaron y acabaron justo ahí. Las razones deben ser imputables sólo a ellos: quizá sin tantos altibajos compositivos (sus discos originales tenían cierta cantidad de material de relleno), quizá con un mejor management, quizá si no se hubiesen dejado manipular por el productor David Axelrod quien usó el nombre de la banda en los abominables albumes Mass In F Minor y Release Of An Oath (en el primero de ellos los Prunes sólo tocan 2 temas y en el segundo sólamente participaron como grupo vocal); a lo mejor sin tantos errores hubieran tenido una carrera más larga y productiva, hubieran alcanzado cotas creativas más altas y no serían nombrados a la cola de otras bandas inferiores pero más famosas. Yo siempre los ví como la contraparte Norteamericana de Pink Floyd por esa afinidad con las fuertes imágenes psicodélicas que evocaban sus canciones, por su espíritu de experimentadores natos y su actitud rompedora ante lo convencional en el Rock. Formados por el cantante y líder James Lowe, el gran guitarrista Ken Williams, el bajista/organista Mark Tulin, el guitarrista Mike Gannon y el baterista Preston Ritter (luego remplazado por Quint), ellos fueron el arquetipo de la banda capaz de usar el estudio de grabación como un instrumento más a su servicio. Las innovaciones que aplicaban en el campo de los efectos para la guitarra no tenía límites: guitarras en reverso, efecto sitar, distorsiones, feedback … ellos no crearon nada pero sí ayudaron a divulgar y perfeccionar muchas de estas técnicas con las que casi inmediatamente otros se hicieron célebres. El presente CD llamado Lost Dreams contiene una recopilación de los mejores temas de sus 2 primeros discos (I Had Too Much To Dream y Underground) complementada con singles, outtakes y piezas inéditas. Un excelente artefacto sonoro para comprender la grandeza de esta banda. El hecho de que el CD inicie con una soberbia pieza llamada ‘Shadows’ y que esta resulte ser un tema descartado es la confirmación de que no hablamos de cualquier banda. Pero las sorpresas no acaban allí: ‘I Happen To Love You’ tiene un solo de guitarra pasada por el altavoz de un órgano creando un efecto completamente surreal; ‘Hideaway’ es un ejemplo de raga-rock que supera a otros experimentos similares de la época. Una de mis favoritas es ‘The Great Banana Hoax’ basada en la famosa leyenda urbana sobre las supuestas propiedades alucinógenas de las cáscaras de banana quemadas (leyenda que también inspiró a Donovan a componer ‘Mellow Yellow’); ‘Ain´t It Hard’, ‘Little Olive’, la inédita ‘World Of Darkness’ y la onírica ‘Train For Tomorrow’ con su soberbio cambio de ritmo hacia un interludio Jazzístico son otros momentos destacados. Sólo para agregar una rareza más, al final del último tema ‘Long Day’s Flight (Till Tomorrow)’ hay un simpático comercial de radio que la banda hizo para una marca de pedales Wah Wah. A menos que seas un coleccionista acérrimo de la banda, este CD es junto al fabuloso Stockholm ’67 la única referencia que necesitarás de Electric Prunes en tu colección.



Categoría: 60's | Vistas: 937 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 23-Dic-2010

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