La verdad que comentar una obra como esta no es tarea fácil. The Piper At The Gates Of Dawn es un album de leyenda, una leyenda tan grande como la de los propios Pink Floyd lo cual ya lo dice todo pues se trata de una de las agrupaciones defintivas en la historia del Rock. Una obra considerada el punto álgido de la psicodelia Británica como antesala a la eclosión del vanguardismo en el Rock, una valiosa pieza de estudio para los arqueólogos musicales del futuro, un retrato de su época que ha perdurado de manera casi sobrenatural, pero sobre todo la muestra más palpable del genio artístico de Roger Keith Barrett… Syd Barrett, el Sun Ra del Rock’n'Roll, un visitante de otros planos venido a este mundo para relatarnos musicalmente visiones más allá de nuestra comprensión. Porque gústele o no a algunos Syd era Pink Floyd. A lo largo de los años este album ha alineado a los fans de la banda en 2 extremos opuestos: para unos es una anomalía, para otros es su obra maestra (incluso los hay más radicales que aseguran que es el único album de Pink Floyd destacable). En mi humilde opinión pienso que hablamos de 2 agrupaciones bastante diferentes. Cuando Barrett los conoció a comienzos de los 60 eran otro de los tantos combos juveniles de R&B Británico pero bajo su guía se convirtieron en apóstoles del movimiento psicodélico Inglés. Grabado casi al mismo tiempo que Sgt. Pepper’s de The Beatles, The Piper At The Gates Of Dawn (título extraído de la novela The Wind In The Willows de Kenneth Grahame) no fue una obra de la coyuntura psicodélica, era LA psicodelia en su máxima expresión. La producción de Norman Smith (ex ingeniero de sonido de Los Beatles) es soberbia y el desempeño de PF como conjunto es realmente notable sin embargo el ascendiente de Syd es innegable: de los 11 temas que componen el disco 9 llevan su firma exclusiva, con letras llenas de imágenes fantásticas y estructuras musicales nada convencionales. Syd destaca no sólo como excelente autor, sino tambien demuestra ser un hábil arreglista y un atrevido guitarrista, un artesano de los nuevos sonidos sin el virtuosismo de Jimi Hendrix pero con la misma capacidad de exploración e inventiva. Temas basados en formas puramente revulsivas como la inicial ‘Astronomy Domine’ (cantada por Rick), la atmósfera a lo Lewis Carroll de ‘Flaming’, el Jazz desquiciado de ‘Pow R. Toc H.’ o la catarsis cósmica de ‘Interstellar Overdrive’ (la cima creativa de todo el album junto al lamento solitario de ‘Chapter 24′) , la bizarra imaginería de ‘Lucifer Sam’ (nombre del gato de Syd), ‘Matilda Mother’ y ‘The Gnome’, los recuerdos de la infancia en ‘Bike’… el único tema firmado por Roger Waters ‘Take Up Thy Stethoscope And Walk’ deja ya entrever el caracter maníaco-depresivo del personaje y es realmente bueno, con un impecable trabajo colectivo del cuarteto. Con la salida de Syd al año siguiente Pink Floyd se reinventarían a sí mismos y tanto Roger como Rick Wright harían florecer sus propias personalidades dentro de un contexto más "democrático”, al menos hasta que Waters desarrollara sus ambiciones totalitarias. Esta estupenda colección fué editada el pasado 2007 en coincidencia con el 40 aniversario del album en 2 versiones diferentes: una convencional de 2 CD’s con el disco en mono y en stereo, y una edición de lujo con un CD adicional de bonus tracks, estuche de libro con tapa dura, libreto de tamaño ampliado y una reproducción del cuaderno de notas de Syd Barrett. Este último CD es una perla para los coleccionistas, contiene versiones remasterizadas de los 2 primeros singles (‘Arnold Layne’ y ‘See Emily Play’) con sus respectivas b-sides (tanto Británica como Norteamericana) más versiones alternas de ‘Interstellar Overdrive’ (dos diferentes), ‘Apples & Oranges’ y ‘Matilda Mother’. Algunos fans se lamentan de la poca cantidad de material inédito; personalmente pienso que fué mejor así, manteniendo el foco de atención sobre el disco homenajeado y evitando competir inútilmente con la avalancha de bootlegs que existen sobre estas sesiones (la mayoría de ellos muy buenos). En resumen una obra imprescindible tanto para los fans de Pink Floyd, los admiradores de Syd Barrett y los entusiastas de la psicodelia Británica en los 60… y sí es una obra maestra!.
Categoría:
60's
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Vistas:
927
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Agregado por:
Aldoux
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Fecha:
18-Ene-2011
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