En Julio de 1969 la Jimi Hendrix Experience anunció su separación tras 2 años y medio de intensos tours por Norteamérica y Europa que los convirtieron en uno de los espectáculos musicales más exitosos de su tiempo, batiendo records de asistencia y recaudación (en 1968 por una sola noche recibieron US$ 100.000 más un porcentaje de la taquilla), y con 3 fabulosos albumes que no solo cambiaron el rumbo del Rock sino que mostraban el enorme caudal de Jimi como artista. Pero tanto éxito siempre trae consigo agotamiento, tensiones y discrepancias musicales, y fue así como tras su última gira Norteamericana (y algunas fallidas sesiones en Londres y Nueva York para su cuarto album) la Experience deja de existir. Mitchell y Redding volvieron a Londres (donde este último volvió a la guitarra en su propia banda Fat Mattress) mientras Jimi alquiló una vieja mansión en las afueras de Woodstock (cerca de la zona donde se celebraría el festival) con la intención de descansar. Casi inmediatamente las casa se convirtió en una guarida de músicos, gente con la que Jimi sentía empatía y que lo motivaban a experimentar nuevas fórmulas musicales, como sus viejos amigos el bajista Billy Cox y el guitarrista Larry Lee (con quienes compartió en el ejército y en el circuito de mala muerte del R&B), el percusionista Juma Sultan (miembro de la Aboriginal Music Society, organización encargada del estudio y difusión de las raíces musicales negras), el pianista de vanguardia Michael Ephrom y el dúo vocal The Ghetto Fighters, entre otros. Estas jams le dieron la idea de crear una banda abierta cuya formación pudiera ser variable, algo parecido a un combo de gitanos psicodélicos: fue así como nacieron Gypsy Sun & Rainbows, integrados por Jimi, Lee, Cox, Mitch Mitchell y los percusionistas Sultan y Jerry Vélez (hermano de la cantante Martha Vélez); un concepto que no llegó a madurar pero que al menos le abrió a Hendrix un camino a seguir y le ayudó a desprenderse del viejo cliché de Hendrix/showman. Esta sería además la banda con la que Jimi se presentó en el festival de Woodstock el 18 de Agosto de 1.969 y que a la postre se convirtió en una de las actuaciones más legendarias de artista alguno en toda la historia del Rock. Una actuación histórica y memorable pero no de las mejores musicalmente; ante un público exhausto y escaso (era el último día y sólo quedaban 25.000 de las más de 400.000 personas que pasaron por el festival) la banda sonaba poco acoplada por la falta de ensayo, además la mala sonorización hizo que Jerry & Juma resultaran prácticamente inaudibles y la guitarra de Larry fallara en varias ocasiones. La película de Woodstock (tanto el documental como la performance de Jimi) dejaron para la posteridad la imagen de un Hendrix abstraído, indolente e incluso frío, como si estuviera delante de sólo 25 personas (en un momento del recital Jimi llegó a decirle al público "si lo desean pueden marcharse, sólo estamos improvisando, es todo"), no obstante hubo muy buenas interpretaciones de ‘Message To Love’, ‘Spanish Castle Magic’, ‘Lover Man’, una estupenda ‘Woodstock Improvisation’ donde Jimi muestra sus extraordinarias dotes de improvisador y la jam de ‘Villanova Junction’. Billy Cox y Mitch Mitchell proveen un estupendo y sólido soporte rítmico mientras que Larry Lee hace una sutil labor de apoyo dándole a Jimi completa libertad para crear, aunque Lee tiene sus 15 minutos de gloria tocado el primer solo en ‘Lover Man’, tejiendo una efectiva trama rítmica en ‘Jam Back At The House’ y haciendo un excelente dueto con Hendrix en la parte final de ‘Voodoo Child’. Por supuesto no se puede obviar la histórica reinterpretación Hendrixiana del Himno Nacional Estadounidense (‘Star Spangled Banner’) donde con su dominio absoluto del feedback Jimi crea todo un pandemonio sónico que evoca el horror de la guerra de Vietnam. A lo largo de los 40 años que siguieron a Woodstock se han derramado océanos de tinta tratando de explicar lo que Hendrix quiso transmitir en ese momento; yo me quedo con las palabras del periodista Italiano Darío Salvadori quien en su biografía "Hendrix" de 1.980 dijo que ‘Star Spangled Banner’ era el mejor retrato de los EUA de entonces hecho por artista alguno usando cualquier medio a su disposición. Este Live At Woodstock editado por Experience Hendrix en 1.999 para conmemorar el 30 aniversario del evento recoge por primera vez todo el recital con la única excepción de las 2 piezas cantadas por Larry Lee; al fin y al cabo sólo hubo una estrella esa silenciosa mañana soleada de Agosto del 69.