Aún hoy en día mucha gente piensa en Blues Magoos como unos simples "one hit wonders’ (debutantes con un sólo éxito en toda su carrera), una especie de combo psicodélico para adolescentes. Ciertamente sus canciones eran muy pegadizas y los títulos de sus 2 primeros discos ("paleta psicodélica” y "comic eléctrico”) no sugería precisamente viajes cósmicos ni revelaciones astrales a las masas de hippies y demás especímenes de la contracultura. Pero aún así Blues Magoos fueron una banda llena de vigor y energía más encuadrados en el sonido garage adelantándose en muchas maneras al huracán Punk que surgiría 10 años después. Se forman en la zona de Brooklyn (Nueva York) alrededor de 1964 como The Trenchcoats y después de 2 años gravitando por los clubes del Greenwich Village se cambian el nombre a Blues Magoos con el cantante/guitarra rítmica Emil Thielhelm (alias Peppy Castro, líder de la agrupación con sólo 16 años), el guitarra solista Mike Sposito, el organista/cantante Ralph Scala, el bajista Ron Gilbert y el baterista Geoff Daking. Por aquel entonces muchas casas discográficas Norteamericanas se volcaron a firmar bandas de Rock con la esperanza de encontrar unos nuevos Beatles, y fue así como Blues Magoos debutan con un single para el sello de Jazz Verve; el disco no tuvo éxito pero les sirvió para que el sello Mercury los contratara y les editara su primer LP Psychedelic Lollipop (Noviembre 1966). El album pasó inicialmente desapercibido pero luego de un corto tour por EUA como soporte de The Who y Herman´s Hermits tanto el LP como el single ‘(We Ain’t Got) Nothing Yet’ se convirtieron en éxitos nacionales. El tema en cuestión pasaría a convertirse en un clásico de los 60 y hasta Deep Purple plagió el riff en su pieza ‘Black Night’ (algunos aseguran que los propios Blues Magoos lo plagiaron a su vez de ‘Summertime’ de Ricky Nelson). Musicalmente la banda combinaba la accesibilidad de la música Pop, elementos Soul & Blues y los aspectos más superficiales de la psicodelia sobre una base de Rock crudo y directo, en otras palabras: un sonido Garage pero bendecido con ese "algo” mágico que las demás agrupaciones del género no tenían y que los hacía más comerciales. Ese primer disco mostraba a unos jóvenes con una calidad interpretativa que iba más allá de su imagen, buenos temas propios como la ligeramente ácida balada ‘Love Seems Doomed’ , la oscura ‘Sometimes I Think About’ (con ecos de The Animals y The Doors) o el también single ‘One By One’ junto a soberbias versiones de ‘Tobacco Road’ (mi favorita de este clásico del Blues junto a la de Edgar Winter años después) con un excelente puente instrumental, una ‘Worried Life Blues’ maravillosamente convincente o la vibrante ‘She´s Coming Home’ que cierra el disco. Por desgracia nada de lo que hicieron a continuación tuvo el mismo éxito y poco a poco Blues Magoos terminarían relegados en la categoría de estrellas fugaces. El segundo album Electric Comic Book (Abril 1967) pretendía ser más ambicioso al incluir casi exclusivamente material original pero resultó ser una obra irregular, no decpcionante pero sin la magia del anterior a pesar de tener algunos buenos temas como las frenéticas ‘Pipe Dream’, ‘There´s a Chance We Can Make It’, ‘Rush Hour’ y decentes versiones de ‘Gloria’ (de los Irlandeses Them) y ‘Let´s Get Together’ del Bluesman Jimmy Reed. En 1968 la banda original haría un último album (Basic Blues Magoos) para escindirse en 2 formaciones diferentes bajo el mismo nombre, una guiada por Peppy y otra con los demás pero ambas se hundieron en la mediocridad. La presente edición del sello retro Collectables recoge los 2 primeros albumes en un sólo volumen (lanzamiento conocido como twoffer) con reproducción del artwork original y muy buen sonido. Una excelente carta de presentación para quienes deseen descubrir a una banda que no cambió el curso de la historia pero que dejó su nombre inscrito en la leyenda de los años 60.



Categoría: 60's | Vistas: 918 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 29-Dic-2010

A pesar de haber grabado este album sólamente, Ladies W.C. fue una de las bandas más representativas del sonido ácido/psicodélico en la Venezuela de finales de los años sesenta. Un vinilo original se valoraba sobre los US$ 200 entre los coleccionistas de rarezas del Rock en Español, hasta que en el 2004 el sello Alemán Shadoks Music (especialista en música psych/garage de Latinoamérica, Africa y Asia) lo lanzó en CD. Los primeros Ladies WC se forman en Caracas en 1968 con el guitarrista Adib Casta, el cantante Wolfgang Vivas, el bajista Chema y el baterista Frank Rojas, todos provenientes de la primera oledada de bandas del Rock Venezolano; tocaban prácticamente en cualquier lugar donde se los permitieran pero la competencia era dura y no ganaban dinero así que se separan. Sin embargo al año siguiente Adib Casta forma unos nuevos Ladies con el Venezolano de padres Norteamericanos Stephen Scott (bajo, armónica, cantante), Jaime Seijas (guitarra, órgano) y su hermano Mario Seijas (batería). Su vibrante sonido y la decisión de tocar sólo material propio llamó la atención del pujante sello Souvenir con quienes graban en 1969 este homónimo y único album. Musicalmente Ladies WC practican la típica mezcla acid-psych-garage-blues tan común entre las bandas Latinoamericanas de entonces, cantaban en Inglés como la mayoría de las agrupaciones Venezolanas de la época (muchas de estas agrupaciones de la segunda generación fueron formadas por jóvenes locales que venían de estudiar en EUA) pero sobresalían del montón gracias a Stephen Scott (excelente bajista que además cantaba en correcto Inglés), al talento y la inventiva de Adib Casta (uno de los grandes guitarristas Venezolanos de todos los tiempos) , y la gran dupla compositiva formada por ambos. Además del buen nivel compositivo e interpretativo, el disco destacaba por presentar los temas enlazados con efectos sonoros pregrabados: el ruido de un retrete que se descarga, alguien chapoteando en una piscina, un bebé que llora, una orquesta afinando, un avión que despega, ruidos del tráfico citadino, etc… sin duda un recurso totalmente inédito para la época. Hay canciones realmente muy buenas como la inicial ‘People’ , la hipnótica ‘Heaven´s Comming Up’, ‘Searching For Meeting Place’ o la instrumental ‘Blues’, piezas muy bien desarrolladas con diálogos guitarra/armónica y la potente sección rítmica de los hermanos Seijas. Del disco se prensaron 4000 ejemplares y según Mario Seijas todos se vendieron. A pesar de la buena recepción que tuvo el disco, Ladies W.C . se disuelven cuando los horrorizados padres de Stephen envían a su retoño de vuelta a EUA para estudiar en la Universidad de Carolina del Norte a ver si de esa manera se cura del virus hippie. El disco francamente suena muy bien (aunque no se dice si está remasterizado), y el libreto contiene un texto de Scott y una entrevista a Mario Seijas. Curiosamente ambos textos fueron traducidos de Español a Inglés y de muy mala manera, por lo que su lectura revela una serie de imprecisiones y ambiguedades bastante cómicas (por ejemplo, tradujeron "joven amigo” como "boyfriend” dejando muy mal parado a Mario!). No obstante el disco suena grandioso con el paso de los años; lástima que no haya editado a nivel masivo en Venezuela para callarle la boca a todos los pseudo-críticos ignorantes que reniegan de la mejor etapa que tuvo el Rock en este país.



Categoría: 60's | Vistas: 871 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 27-Dic-2010

Un disco que necesita de muy pocas presentaciones entre los seguidores del Rock clásico de los 60, In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly es una de las obras más influyentes y significativas de su tiempo. Obviamente el disco gravita alrededor de la larga pieza homónima que ocupaba toda la segunda cara en el vinilo original, no sólo por ser la más exitosa (artística y comercialmente) sino por el gran impacto que tuvo en los nacientes géneros del Hard Rock y el Rock Progresivo, además de constituir la piedra fundacional para la propia reconstrucción de Iron Butterfly como banda y su techo creativo. Tras la edición de su primer album Heavy (1968) la banda se rompió quedando solos el organista Doug Ingle y el baterista Ron Bushy. Ambos compartían un apartamento y mientras Ron trabajaba de día repartiendo pizzas, Doug componía canciones. Una tarde Ingle ensayaba la idea básica de un tema nuevo llamado In The Garden Of Eden mientras bebía su vino favorito, un tinto Californiano llamado Red Mountain. Cuando el baterista regresó en la noche encontró a Doug completamente ebrio; Bushy le preguntó a Ingle el título del tema que estaba tocando este le respondió en medio de su trabalenguas etílico ‘algo que sonó como In A Gadda Da Vida, y a Ron le pareció tan cómico que lo anotó en un papel. A la mañana siguiente Doug no recordaba nada del episodio pero al leer la anotación de Ron le gustó y fue así que In The Garden Of Eden pasó a llamarse ‘In-A-Gadda-Da-Vida’. Poco después Doug y Ron reclutaron al joven guitarrista de 17 años Erik Brann y al bajista Lee Dorman y comenzaron a ensayar el nuevo material. Inicialmente el tema en cuestión duraba no más de 3 minutos para disgusto de Brann quien lo encontraba demasiado Pop, pero en la medida que la iban puliendo (tanto en estudio como en el escenario) la pieza sufrió una transformación radical hasta convertirse en una larga jam de casi 18 minutos que entremezclaba sonidos ácidos, duros riffs, elementos clásicos y barrocos, escalas orientales, misticismo, disonancias y un solo de batería inspirado en percusiones tribales Africanas; toda una fantasía sónica que le daría a Iron Butterfly su identidad definitiva, catapultando al disco hasta lo más alto de las listas donde permaneció todo un año vendiendo 4 millones de copias (la RIAA tuvo que crear expresamente el galardón del disco de platino para poder premiarlo). Si bien el grupo Love ya habían incluído 2 años antes una pieza similar en su album Da Capo llamada ‘Revelation’, fue In-A-Gadda-Da-Vida que mostró la viabilidad comercial de este tipo de temas y abrió una senda que sería transitada por muchas bandas de Rock. Pero el resto del disco contenía otras piezas estupendas opacadas por la legendaria pieza pero que también daban fé de la gran compenetración y calidad musical de esta formación, como la inicial ‘Most Anything You Want’ con toques a lo Doors y excelente puente instrumental, ‘Termination’ (única pieza no firmada por Ingle) con un corrosivo riff de guitarra, sólido tandem bajo-batería y un sorpresivo cambio de ritmo al final, y la magnífica ‘Are You Happy?’, pieza compacta, densa y con aires progresivos que resume en sus 4 minutos y medio toda la grandiosidad del tema estelar. La presente Deluxe Edition fue lanzada por el sello Rhino en 1995, posee una espectacular presentación con una psicodélica composición holográfica en la portada y un completísimo libreto. El sonido es muy bueno aunque con distorsión en el canal izquierdo del stereo que a veces se torna molesta. He leído por ahí que dichas fallas provienen de las cintas maestras por lo que lamentablemente no hay nada que se pueda hacer al respecto; la he comparado con la edición Japonesa que suena más clara pero con mayor distorsión, por lo que la presente edición luce más recomendable. Lo único negativo son los bonus tracks: la versión en vivo de ‘In-A-Gadda-Da-Vida’ es la misma del album oficial Live (¿por qué no una versión inédita?), y el single-edit del mismo tema es sólo una curiosidad para coleccionistas. De todos modos se trata de una de esas obras fundamentales que no debería faltar en la colección de cualquier aficionado al Rock que se precie de serlo.



Categoría: 60's | Vistas: 1301 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 25-Dic-2010

A pesar de ser una de las bandas gurú del sonido psych/garage Norteamericano, a The Electric Prunes se les recuerda casi exclusivamente por su clásico inmortal ‘I Had Too Much To Dream (Last Night)’ considerado uno de los pináculos de la psicodelia en 1967 con ese venenoso feedback que debe haberle volado la cabeza a más de uno, pero pareciera que sus méritos empezaron y acabaron justo ahí. Las razones deben ser imputables sólo a ellos: quizá sin tantos altibajos compositivos (sus discos originales tenían cierta cantidad de material de relleno), quizá con un mejor management, quizá si no se hubiesen dejado manipular por el productor David Axelrod quien usó el nombre de la banda en los abominables albumes Mass In F Minor y Release Of An Oath (en el primero de ellos los Prunes sólo tocan 2 temas y en el segundo sólamente participaron como grupo vocal); a lo mejor sin tantos errores hubieran tenido una carrera más larga y productiva, hubieran alcanzado cotas creativas más altas y no serían nombrados a la cola de otras bandas inferiores pero más famosas. Yo siempre los ví como la contraparte Norteamericana de Pink Floyd por esa afinidad con las fuertes imágenes psicodélicas que evocaban sus canciones, por su espíritu de experimentadores natos y su actitud rompedora ante lo convencional en el Rock. Formados por el cantante y líder James Lowe, el gran guitarrista Ken Williams, el bajista/organista Mark Tulin, el guitarrista Mike Gannon y el baterista Preston Ritter (luego remplazado por Quint), ellos fueron el arquetipo de la banda capaz de usar el estudio de grabación como un instrumento más a su servicio. Las innovaciones que aplicaban en el campo de los efectos para la guitarra no tenía límites: guitarras en reverso, efecto sitar, distorsiones, feedback … ellos no crearon nada pero sí ayudaron a divulgar y perfeccionar muchas de estas técnicas con las que casi inmediatamente otros se hicieron célebres. El presente CD llamado Lost Dreams contiene una recopilación de los mejores temas de sus 2 primeros discos (I Had Too Much To Dream y Underground) complementada con singles, outtakes y piezas inéditas. Un excelente artefacto sonoro para comprender la grandeza de esta banda. El hecho de que el CD inicie con una soberbia pieza llamada ‘Shadows’ y que esta resulte ser un tema descartado es la confirmación de que no hablamos de cualquier banda. Pero las sorpresas no acaban allí: ‘I Happen To Love You’ tiene un solo de guitarra pasada por el altavoz de un órgano creando un efecto completamente surreal; ‘Hideaway’ es un ejemplo de raga-rock que supera a otros experimentos similares de la época. Una de mis favoritas es ‘The Great Banana Hoax’ basada en la famosa leyenda urbana sobre las supuestas propiedades alucinógenas de las cáscaras de banana quemadas (leyenda que también inspiró a Donovan a componer ‘Mellow Yellow’); ‘Ain´t It Hard’, ‘Little Olive’, la inédita ‘World Of Darkness’ y la onírica ‘Train For Tomorrow’ con su soberbio cambio de ritmo hacia un interludio Jazzístico son otros momentos destacados. Sólo para agregar una rareza más, al final del último tema ‘Long Day’s Flight (Till Tomorrow)’ hay un simpático comercial de radio que la banda hizo para una marca de pedales Wah Wah. A menos que seas un coleccionista acérrimo de la banda, este CD es junto al fabuloso Stockholm ’67 la única referencia que necesitarás de Electric Prunes en tu colección.



Categoría: 60's | Vistas: 900 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 23-Dic-2010

Los Californianos Kaleidoscope (no confundir con los Británicos homónimos, aunque este nombre también fué usado en su tiempo por una banda Francesa y otra Mexicana) fueron una de las agrupaciones más eclécticas y curiosas de los 60. Formados inicialmente por los multinstrumentistas David Lindley, David Saul Feldthouse (alias Solomon), Fenrus Epp (también conocido como Maxwell Budda y Templeton Parcely, aunque en algunas biografías se cita Chester Crill como su nombre real), Chris Darrow y el baterista/percusionista John Vidican, ejecutaban un colorido ‘Caleidoscopio’ sonoro donde se fusionaban diversas músicas étnicas (Medio Oriente, La India, Centro de Europa, Sudeste Asiático) con la música de raíces Norteamericana (Swing, Blues, Country, Jug, Cajun, Bluegrass, Old Timey) todo ello en un contexto folk-psicodélico adelantándose unos cuantos años a lo que daría a llamar World Music. Los orígenes de la agrupación se remontan a 1966: Lindley y Darrow fueron niños prodigio en sus respectivos instrumentos (banjo y violín) y aunque militaban en bandas rivales eran buenos amigos y compartían una profunda pasión por las raíces musicales de su país. Feldthouse era hijo de un diplomático Norteamericano acreditado en varios países Arabes, pasó parte de su infancia y adolescencia en Turquía donde absorbió como una esponja las formas musicales del lugar. Cuando Feldthouse regresó a EUA conoció a Lindley y ambos comenzaron a tocar como dúo acústico; David le sugirió migrar hacia un formato eléctrico inspirado en The Byrds y fue así como Kaleidoscope comenzó a tomar forma con la sucesiva entrada de Fenrus Epp, Chris Darrow y John Vidican en ese orden. Ese mismo año el sello Epic Records (subsidiaria de la poderosa Columbia) los contrata y en Diciembre lanzan su primer single con el tema ‘Please’ seguido 6 meses después por su primer album Side Trips (1967) que recibió críticas unánimemente excelentes. Sus recitales eran espectaculares, David y Solomon exhibían un novedoso arsenal de instrumentos de cuerda muchos de ellos desconocidos, ambos deleitaban a las audiencias con largos solos impecablemente ejecutados y la banda en pleno dejaba a todos boquiabiertos con sus dotes para la improvisación y la facilidad con que abordaban diversos estilos. Por aquel entonces Jimmy Page (durante su estadía en The Yardbirds) los vió tocar varias veces y los alababa con entusiasmo en las entrevistas (se dice que Page tomó la idea de tocar la guitarra con un arco de violín después de ver a David Lindley hacerlo). Lamentablemente nada de esto se reflejó en las ventas de sus discos y tras otro estupendo album A Beacon From Mars (1968) Darrow y Vidican se marchan desilusionados. Sus puestos fueron tomados por el bajista Stuart Brotman y el baterista Paul Lagos. Esta fue la formación que grabó el tercer album Incredible! Kaleidoscope (1969) que a larga sería su disco mejor recibido por el público; por aquel entonces la banda hizo una actuación triunfal en el Newport Folk Festival pero perdieron la gran oportunidad de su carrera cuando su mánager fue incapaz de meterlos en el cartel de Woodstock a pesar del interés de los mismísimos organizadores del mega evento. A finales de 1969 Feldthouse y Brotman dejan Kaleidoscope y estos graban su último trabajo para Epic Bernice (1970) con el guitarrista Jeff Kaplan y el bajista Ron Johnston. El album no fue tan bueno como los anteriores pues la banda dejó de lado su perfil étnico en favor de un Rock convencional con elementos Country y R&B. Pulsating Dream es un triple CD que recoge los 4 albumes para Epic junto con singles no incluídos en los LP’s y un par de piezas sólo disponibles en recopilatorios colectivos. Dada la diversidad estilística y temática de Kaleidoscope resulta difícil elegir unos pocos temas representativos: ‘Egyptian Gardens’ con sus líneas Arabescas es toda una declaración de principios; piezas como ‘If The Night’, ‘Keep Your Mind Open’ o ‘Pulsating Dream’ muestran su lado más Byrdsiano y Psicodélico; en ‘Hesitation Blues’, ‘Come On In’ y ‘Hello Trouble’ viajan por diversos paisajes musicales de los EUA; la psych/soul ‘Nobody’ (lanzada originalmente sólo en single) fue el resultado de una colaboración de Kaleidoscope con el guitarrista Johnny "Guitar” Watson y el injustamente infavalorado pionero del Rock & Roll Larry Williams; ‘Banjo’ y ‘Rampe Rampe’ son una ventana para el virtuosismo de David y Solomon respectivamente. Sin embargo son las piezas más largas las que testimonian el talento de esta gente como ‘Taxim’, una jam acústica grabada en una sola toma; la increíble ‘Beacon From Mars’ envuelta en una oscura atmósfera y con una fabulosa parte de guitarra a cargo de David Lindley (la manera como este hombre domina el feedback habría hecho palidecer de envidia a Jimi Hendrix y Jeff Beck); además de la densa ‘Seven-Ate Sweet’ con su fusión de elementos Jazzísticos, progresivos y étnicos, o bien el Heavy-Blues de ‘New Blue Ooze’. En las décadas subsiguientes la banda se reuniría en 2 oportunidades (sin David Lindley) dejando en el camino 2 buenos albumes (When Scopes Collide en 1976 y Greetings From Kartoonistan… en 1991) pero su esencia pura está en esta magnífica colección.



Categoría: 60's | Vistas: 816 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 22-Dic-2010

Afterglow pertenecen al nutrido pelotón de bandas surgidas en la floreciente escena psicodélica Norteamericana de mediados de los 60. Procedentes de Oregon donde se forman en 1965, se estabilizan al año siguiente con el bajista Ron George, el organista Roger Swanson, el baterista Larry Alexander, el cantante Gene Resler y su líder el guitarrista Tony Tucumseh. En Octubre de 1966 su manager Bill Glenn los lleva a San Francisco a grabar unas demos en los estudios Golden Gate Recorders propiedad de un tal Leo Kulka, y es este mismo quien impresionado con ellos les ofrece un contrato para grabar un LP. Los 5 miembros de Afterglow eran muy jóvenes y la dificultad para compaginar sus estudios de secundaria con la banda hizo que las sesiones se alargaran hasta Noviembre de 1967. El disco se editó a comienzos de 1968 y rápidamente cayó en el olvido ahogado entre los copiosos lanzamientos discográficos de la época. Pero con el paso de los años el album adquirió status de culto convirtiéndose en una preciada pieza para coleccionistas hasta que el sello Sundazed accedió a las cintas maestras y lanzó en 1995 esta edición remasterizada junto a 4 bonus tracks. El estilo de Afterglow es derivativo de la música de entonces (Psych, Pop, Folk-Rock), con ecos de The Byrds, Electric Prunes, The Doors o The Zombies (a veces parecen unos Blues Magoos místicos); suenan inexpertos, no obstante el disco tiene ese "algo” único que te engancha y te hace ponerlo una y otra vez. Quizá sea el hecho que bandas como Afterglow son fieles representantes de una era perdida en el túnel del tiempo donde los jóvenes músicos tenían entusiasmo, espíritu y una fé ciega en su presente sin pensar mucho en el futuro; bandas unidas por el puro placer de tocar, grabar una demo, un single y sentirse los más afortunados del mundo si lograban hacer un LP, sin pensar si con ello ganaban dinero o no. Nada que ver con estos soberbios y prepotentes mocosos de ahora seleccionados por castings, que por grabar un CD y un video clip se creen Dioses con derecho a tratar a los fans como una mierda y más preocupados por salir en la portada de una revista que en mejorar como músicos. Yo me quedo un millón de veces con estos Afterglow, con su inocencia casi Pop, sus ácidas vibraciones, el sonido rancio del órgano Farfisa típico de la época, y con buenas canciones como ‘Morning’, ‘Dream Away’, ‘Chasing Rainbows’, ‘Riding Home Again’ y ‘Meadowland Of Love’, canciones que demuestran cómo con un poco más de trabajo y suerte estos chicos quizá hubiesen llegado a ser algo grande.



Categoría: 60's | Vistas: 621 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 20-Dic-2010

The Arrows guiados por el guitarrista Davie Allan fueron una de las tantas bandas de Rock instrumental surgidas en EUA a comienzos de los 60, pero a diferencia de otras el estancamiento del género no marcó su final sino el verdadero comienzo de su carrera. En 1965 graban una versión de ‘Apache’, el clásico de The Shadows, rebautizado como ‘Apache ´65′. El tema fue un hit menor pero puso de manifiesto el poco convencional estilo de Davie Allan quien no sólo usaba una guitarra de doble mástil sino que llevaba el fuzz, trémolo y vibrato hasta el exceso, pero con una gran inventiva que lo convirtió en uno de los guitarristas más elocuentes de su tiempo. Ese mismo año conocen a un productor llamado Mike Curb que los contrata de inmediato. Curb era un visionario que sostenía que había espacio para la música Rock en el cine, y fue así como The Arrows grabaron decenas de temas que fueron a parar a las bandas sonoras de las películas de serie B producidas por Curb; uno de esos temas fue ‘Blues Theme’ (perteneciente al film Wild Angels protagonizado por Peter Fonda y Nancy Sinatra) que entró al top 40 en 1967 convirtiendo a Davie Allan & The Arrows en pequeñas celebridades. Pero los vientos de cambio traídos por el hippismo y la psicodelia junto a una nueva generación de guitarristas (Jimi Hendrix, Jeff Beck, Pete Townsend) inspiró a Allan a actualizar su sonido y con una formación remozada de The Arrows (Drew Bennet al bajo y co-autor de los temas, Wayne Allwine a la guitarra rítmica y Don Manning a la batería) Davie graba este Cycle-Delic Sounds (su tercer disco, bandas sonoras aparte) que podríamos definir como un puente entre el Surf Rock de sus inicios y los nuevos sonidos Psych/Garage más ácidos. Armado de varios pedales wah-wah y otros efectos, las nuevas canciones de Allan eran toda una orgía guitarrística repletas de distorsiones y feedback. ‘Cycle Delic’, el largo tema que abre el disco, es la mejor demostración de todo lo expuesto: un asalto eléctrico a los sentidos tan fascinante como excesivo, con la guitarra enfrascada en un agónico trip que te deja emocionalmente exausto. El resto del disco se mueve entre las mismas coordenadas pero son piezas más cortas, mejor condensadas y estilísticamente más variadas, con esa atmósfera incidental que delata su papel de soporte a las imágenes pero altamente sugestivas. Después de escuchar este disco no es difícil deducir dónde le viene a Neil Young ese gusto por los largos solos llenos de distorsión, en especial si tenemos en cuenta las conexiones Shadows/Young (Neil fue gran fan de The Shadows en su adolescencia) & Arrows/Shadows (la citada cover de ‘Apache’). Lamentablemente tras este disco Curb abandonó la producción de películas para encargarse de la carrera de The Osmonds (¡uagh!) y obviamente rompió con Allan & The Arrows, no obstante la banda seguiría grabando para otras disqueras pero ya sin el relieve que tuvieron en los 60, y aunque parezca mentira aún siguen activos en este nuevo milenio. La presente es la edición remasterizada y lanzada en 2005 por el sello Sundazed; contiene 3 bonus tracks de los cuales 2 son temas cantados que no hubiesen desentonado en el album original a pesar de su perfil instrumental.



Categoría: 60's | Vistas: 1077 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 18-Dic-2010

Desde la consolidación del mercado del compact disc a comienzos de los 90, este se ha visto invadido por toneladas industriales de recopilatorios colectivos de Garage/Psych/Freakbeat/Mod/Etc, tantos como para provocarle cefaléas al más dedicado y acérrimo de los fans. Discos que celebran el efímero paso por el Rock de centenares de bandas que no pudieron saltar a la primera división, sea por falta de apoyo, promoción, sentido de la oportunidad, suerte, o simplemente por falta de ese "algo” especial que los hiciera sobresalir de entre el montón. Bandas que aún desde su semi-anonimato dejaron en cierta forma una huella que pareciera ser seguida década a década por hordas de novatos en busca de su oportunidad, llámense estos Punks, Neo-Mods o Grunges. Bandas recogidas en centenas de CD’s bajo los genéricos motes de Nuggets, Pebbles, Rubbles y pare usted de contar. Quizá las ediciones de la serie Nuggets del sello Rhino (hijas de un viejo doble LP de 1972 compilado por Lenny Kaye, historiador del Rock & Roll y guitarrista de Patti Smith) hayan tenido mucho que ver en la explotación de este filón a nivel masivo. La presente colección Uptight Tonight, dedicada a bandas del sonido Garage Norteamericano de los años 60 y lanzada por el sello Inglés Big Beat es sólo una más, y aunque no brille precisamente por su extensión (26 temas en un sólo CD) tiene sus puntos de interés: primero, está producida y recopilada por Alec Palao (el hombre detrás de las cajas Nuggets de Rhino y de los remasters de The Zombies) lo cual es garantía de calidad; segundo, la presentación está muy cuidada con un libreto de 19 páginas que incluye un prólogo de Norman Sheppard (editor de la revista Ugly Things, decana de esta clase de música) y anotaciones canción por canción del propio Palao; y tercero, incluye un par de rarezas: la versión "extendida” del tema ’99th Floor’ de The Moving Sidewalks y el tema ‘Get Out Of My Eye’ de The Soul Vendors jamás antes disponible en compacto (los verdaderos especialistas sabrán decir qué tanto material difícil de rastrear hay en el resto del CD). En el grueso de la colección hallaremos los mismos nombres que más o menos son habituales en esta clase de recopilatorios pero nunca está de más hacer algunas menciones: la legendaria ‘Psychotic Reaction’ de Count Five (quizá la pieza de culto más popular del sonido Garage); ‘Boy, What´ll You Do Then’ por Denise & Company, comandados por una de las primeras band-leaders femeninas del Rock (la guitarrista Denise Kaufman); el retro-revival de Dean Carter cantando ‘Jailhouse Rock’ de Elvis en plena era psicodélica o ‘I Can´t Make A Friend’ de The Vagrants con un adolescente Leslie West a la guitarra. No sé si habrá razones suficientes para que los dedicados y acérrimos fans de estos sonidos lo tomen en cuenta, pero lo que a mí más me gusta de este recopilatorio es su concreción: si eres de los que desea explorar estos territorios aunque sea por curiosidad y no quieres morir de sobredosis en el primer intento entonces esta colección puede ser útil como punto de partida; al menos tendrás más éxito que tratando de digerir en una sóla sentada cualquiera de las mega cajas que circulan por ahí.



Categoría: 60's | Vistas: 695 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 14-Dic-2010

Lost Legends Of Surf Guitar del sello retro Sundazed ofrece en 4 CD’s la mejor antología de Surf instrumental jamás antes editada. El Surf o Surf Rock es quizá la forma de Rock & Roll más infravalorada, considerada como un producto de su tiempo, encasillada en un período de transición ("después de la muerte de Buddy Holly y antes de Los Beatles érase la oscuridad”…) y categorizada peyorativamente con clichés supérfluos (verano, playas, olas, bronceados, bikinis y autos modificados). Muchos lo consideran monótono y repetitivo, el mismo argumento de los detractores del Jazz, Blues y del propio Rock, pero todos sabemos a quienes les ha dado la razón el tiempo. Personalmente sostengo que el Surf fue una tendencia que no llegó a madurar completamente pues justo cuando entraba en su etapa de eclosión donde los imitadores terminan dándole paso a los verdaderos creadores, llegaron los Ingleses con Los Beatles a la cabeza y arrasaron con todo lo que había. Para empezar, el surf tiene un componente ancestral, como lo explica el escritor Dominic Priore (una de las máximas autoridades en la materia) en el texto incluido en el desplegable del primer CD: las primeras formas musicales de las islas Hawaii basadas en la percusión y los cantos sufrieron un cambio cuando a finales del siglo XVIII los Portugueses llegaron a las islas e intodujeron el ukulele que fue inmediatamente adoptado por los locales. En la década de 1880 un músico Hawaiano llamado Joseph Kekuku inventó el efecto slide. Cuando en la feria mundial de San Francisco de 1915 se dieron exhibiciones de música Hawaiana, las nuevas formas percusivas y sobretodo guitarrísticas penetraron en la música popular Norteamericana; con los años el efecto slide fue adoptado tanto por los músicos de Blues (la bottleneck guitar) como de Country & Western (la pedal steel guitar). A finales de los 50 un guitarrista llamado Dick Dale sintetizó todas las formas guitarrísticas que flotaban en la escena musical (Bluegrass, Country, Jazz, Blues, Flamenco), las combinó con elementos exóticos de otras músicas (Centroeuropea, Arabe, Latina) y las traspoló al Rock & Roll, naciendo así la primera forma de Surf que toma su nombre por la rápida popularidad que tuvo entre los practicantes de ese deporte (también procedente de las islas Hawaii). El éxito de Dale junto a la influencia de otros astros del Rock instrumental (Link Wray, Duane Eddy, The Fireballs) tuvo respuesta inmediata: cientos de jóvenes primero en California y luego en todo USA (gracias también al posterior éxito de Los Beach Boys) empezaron a ensayar con más estusiasmo que calidad en los garages de sus casas (de allí el término "sonido garage”) y el resto es historia. Volviendo a la colección que nos ocupa, esta rinde tributo al ala instrumental de la música Surf, que en contraposición a la vocal (liderada por The Beach Boys y Jan & Dean) tuvo en la explotación de las nuevas técnicas para la guitarra eléctrica su punto fuerte. Cientos y cientos de bandas esparcidas por toda Norteamérica, algunas de las cuales alcanzaron status de leyenda (The Surfaris, The Tornadoes, The Trashmen, The Pyramids, The Belairs) pero la mayoría pasarían desapercibidas ante la constante avalancha de nuevos nombres. No obstante, todo este movimiento fue la escuela superior de varios futuros astros de la música: The Tornadoes tenían como ingeniero de sonido a un tal Frank Zappa, The Jesters llevaban como bajista a un joven Jim Messina y The Truants a Larry Taylor (futuro bajista de Canned Heat y John Mayall); el líder de David Marks & The Marksmen era un estupendo guitarrista que remplazó a Al Jardine en los Beach Boys durante casi 2 años y se le considera pieza fundamental en el proceso de maduración instrumental de los Wilson; otros como Jan Davis, Al Casey y Jerry Cole terminarían convertidos en solicitados músicos de sesión… y así sucesivamente. Un amplio pelotón de músicos donde habían buenos imitadores de sus ídolos pero también varios innovadores que aún en forma anónima dejaron su huella en la nueva cultura Rock que estaba naciendo. Como todas las ediciones del sello Sundazed todo aquí es un lujo: 80 temas (de los cuales 18 inéditos), excelente sonido monofónico (a pesar de tratarse de grabaciones hechas en equipos de sólo 3 pistas) e impecable presentación gráfica con desplegables llenos de fotos, memorabilia y textos de autores acreditados.



Categoría: 60's | Vistas: 1123 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 10-Dic-2010

En 1997 el sello Alemán Repertoire lanzó los 3 primeros albumes de The Move por primera vez remasterizados, expandidos y enfundados en digipacks; estas ediciones ayudaron en gran medida a despertar el interés por The Move en los 90. La respuesta Británica fue este triple CD de nombre Movements del sello independiente Westside que contiene la misma selección de las ediciones Alemanas más un puñado de piezas inéditas. Si bien los CD’s de Repertoire eran sónicamente superiores ninguno de los 2 proyectos contó con el aprobación de la banda pues no utilizaron las cintas maestras originales sino copias de producción de primera generación. Concretamente Movements tiene una selección excelente (todo lo editado oficialmente bajo el sello Regal Zonophone de Denny Cordell, productor también de Procol Harum y Joe Cocker), una presentación llamativa (aunque nada especial) y un sonido de calidad variable (En especial los temas del primer album y los primeros singles dejan algo que desear). No obstante esta colección sigue siendo de interés para los coleccionistas pues contiene una serie de rarezas que por razones desconocidas no se incluyeron en las ediciones de 2007 y 2008. Así tenemos por ejemplo mezclas alternas de los primeros singles, una versión sin overdubs de ‘Fire Brigade’ con Carl cantando los versos y Roy el estribillo y el puente, ‘Il Torrente’ (versión en Italiano de ‘A Certain Something’), el EP Something Else By The Move en mono y piezas del mismo recital no usadas originalmente (todo este material está en la caja de 2008 pero en stereo). Otro aliciente para algunos puede ser la inclusión del primer album Move con su mezcla original (la edición 2007 fue completamente remezclada). La colección está actualmente descatalogada por lo que a pesar de sus defectos es aún una pieza indispensable para completar la discografía de los fabulosos Move.



Categoría: 60's | Vistas: 1302 | Agregado por: Aldoux | Fecha: 29-Nov-2010

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